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César Alcalá

La falsificaciones "patrióticas" de los Junyer Vidal

Los hermanos Junyer Vidal fotografiados por el estadounidense Irving Penn en 1948, en Barcelona
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Los hermanos Junyer Vidal fotografiados por el estadounidense Irving Penn en 1948, en Barcelona (Foto: © Irving Penn Foundation)

Infectaron las colecciones del MET, los Museos de Arte de Barcelona, el Museo de Perelada o el Museo Mar i Cel de Sitges entre otros

miércoles 25 de octubre de 2023, 16:16h

El mundo de las falsificaciones en España tuvo como máximos representantes a dos hermanos catalanes nacidos en Castelló d’Empúries. Eran el crítico de arte Carlos Junyer Vidal (1877-1962) y el pintor y empresario Sebastián Junyer Vidal (1874-1966). Carlos es el padre del pintor Juan Sunyer Vidal. Este último empezó a trabajar en la Sala de exposiciones Parés, de la calle Petritxol de Barcelona, hasta que heredó una fábrica de hilados familiar, lo cual e permitió dedicarse al mundo del arte. Los dos hermanos y Clotilde Fibla, mujer de Sebastián, se instalaron en una casa señorial del viaducto de Vallcarca de Barcelona.

¿A qué se dedicaron los hermanos Junyer Vidal? A la falsificación de obra de arte. Ahora bien, este aspecto lo tenemos que matizar. Ellos compraban piezas góticas en un estado de conservación pésimo y las restauraban o repintaban y las vendían. Bajo esta perspectiva podemos decir que eso no eran falsificaciones, sino restauraciones muy personales y, en algunos casos, alejadas de la pintura original. Lo que no hicieron los hermanos Junyer Vidal es poner en el mercado obras nuevas haciéndolas pasar por antiguas. Lo que sí hicieron es recomponer, repintar piezas artísticas que se hubieran perdido por ser obras muy deterioradas y sin valor, dándoles una nueva vida. Eso sí, no lo hicieron con cualquier obra, sino que se centraron en autores góticos, con un cierto caché, para poderlos vender con facilidad y ganar dinero. El coleccionista Frederic Marés escribió…

su negocio se movía en el mayor silencio y no poco misterio. La preocupación por los conocimientos técnicos de Sebastián y su afán por restaurar las tablas, mucho influyó en que algunas piezas de su colección se hayan puesto en tela de juicio respecto a su autenticidad”.

Sebastián Junyer Vidal estaba muy bien relacionado con el mundo del arte y, sobre todo, el que se realizaba en Barcelona a principios del siglo XX. El lugar de reunión era el restaurante y lugar de encuentro artístico Els Quatre Gats. Ahí conoció y se hizo amigo de Santiago Rusiñol, Pablo Picasso, Isidre Nonell, Hermenegildo Anglada Camarasa, Joaquín Mir o Miguel Utrillo, entre otros. Gracias a él muchos de estos pintores pudieron dar a conocer sus obras en la Sala Parés, con lo cual se proyectaron artísticamente, al ser una de las salas de arte más importantes de Barcelona, junto con la Dalmau.

Pero este éxito no fue una casualidad, sino una consecuencia de una demanda y en este caso reivindicativa. Son los años de la Renaixença y la burguesía catalana busca una identificación artística primitiva catalana y el concepto artístico de “Románico” promovido en Francia desde mediados del siglo XIX, ofrecerá unas posibilidades meta identitarias similares al Romanticismo del centro Europa.

El Románico se convirtió un anhelado estilo artístico propio de Cataluña y los Junyer Vidal aprovecharon la novedad para “crear” unos motivos y estilos propios que la siempre inquieta burguesía catalana, compraba porque eran obras del Románico catalán.

Sus creaciones fueron muy bien recibidas, hasta el punto que crearon más de las que habrían realmente, ya que por otro lado la competencia era Feroz. El anticuario y traficante Josep Bardolet y el restaurador Ramón Gudiol fueron alumnos aventajados del maestro del Strappo, el restaurador italiano, Arturo Cividini, precursor y maestro en este método instalado en Cataluña y que desde 1919 a 1923 arrancó los frescos de ermitas e iglesias abandonadas del Pirineo catalán y aragonés.

Los Junyer Vidal hermanos fueron nombrados como coleccionistas y conservacionistas en libros como Modernismo y modernistas de Josep Francesc Ràfols Fontanals, Arte y Artistas de Josep María Junoy Muns o A History of Spanish Painting de Chandler R. Post.

En definitiva, los hermanos Junyer Vidal se convirtieron en los mejores restauradores-falsificadores catalanes. La clave de su éxito radicaba en tres aspectos.

  • La utilización de soportes antiguos.
  • La imitación fiel del estilo de determinados pintores.
  • La excelencia de falsear el paso del tiempo a través de los desgastes.

Los ayudaron, supuestamente, a llevar a cabo estas falsas restauraciones Joan Ossó, José Ruiz Blasco -padre de Picasso- y Josep Togores Llach. Sabemos que Togores se dedicó a ello por una carta que le mandó a Miguel Utrillo en 1918 donde, entre otras cosas, le decía...

He restaurado completamente solo gran número de tablas de las adquiridas modernamente por Plandiura y desde hace 15 días tengo mesas en el taller que restauraré por mi cuenta. Son de Junyer Vidal, hay que comprender que cuando las envían es porque están seguros del resultado, pues los hermanos Junyer V. han visto paso a paso cómo iba aprendiendo en casa de Veciana. De esto le ruego no le diga nada a ninguna pues los Junyer se enfadarían [...]. Conozco todas las manipulaciones de forma que respondo del resultado. Además lo hago barato”.

El Taller Junyer Vidal, situado en el barrio de Vallcarca de Barcelona, sabía imitar a la perfección procedimientos técnicos como la pintura al temple, el dorado o el punzonamiento, y que conseguían otorgar a las obras una patina y desgaste oportunos y para poder engañar, incluso, a los ojos expertos. El nivel de calidad de las obras falsas repintadas es elevadísimo. Eran unos maestros falseando el efecto del tiempo en las obras. Aspecto fundamental para garantizar el éxito del engaño.

Aunque quedaron catalogadas las obras de su colección particular de arte, desconocemos a ciencia cierta cuantas de ellas son falsas. En gran medida porque estas están en colecciones particulares y es muy difícil acceder a ellas. El problema radica en el hecho de que, si algún dia salen a la venta se descubrirá la verdad. Los expertos podrá decir que aquello es una obra magnífica del Taller Junyer Vidal, pero el preció sería inferior al de la obra original.

A lo largo de los años los expertos Jaume Barrachina del Museo de Perelada y Gemma Avinyó de la fundación Sorigué han identificado 50 piezas falsas de la colección particular de los Junyer Vidal, pero con toda seguridad hay muchas más a las cuales no se puede acceder al ser privadas.

Aparte de estos fraudes relacionados con el arte medieval, cabe mencionar los que los Junyer cometieron con dibujos de Picasso, con quien Sebastià mantenía una gran amistad desde los tiempos de juventud, destapados todavía en vida de los Junyer y que enojaron al pintor.

Donde sí se sabe que hay obras falsas del Taller Junyer Vidal es en los museos. El Retablo del maestro de Cubells, es una de las 6 obras que los hermanos vendieron, como auténticas, al Metropolitan Museum de New York. Su director James J. Rorimer se las compró en 1957. Al llegar a Nueva York se dieron cuenta que la obra estaba totalmente repintada. No se ha exhibido nunca. También le vendieron una cruz procesal románica policromada y un baúl del siglo XVIII con pinturas románicas. Al director de los Museos de Arte de Barcelona, Joan Ainaud de Lasarte, le vendieron un Sant Bisbe de Lluis Borrassà (1360-1425) falsa. También tienen obras falsas el Museo de Perelada (Gerona) o el Museo Mar i Cel de Sitges.

Así, a parte del retablo del Metropolitan, también son obras del Taller Junyer Vidal el Frontal con escenas de San Martín, conservado en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela, que está totalmente repintado; la Predela Perdigo, conservada en el Castillo de Vullpellac (Gerona), completamente falsa; el Obispo de Lluís Borrassà fue comprado por el Ministerio de Cultura en una subasta y depositado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), guardado y nunca expuesto al ser falso; el Retablo de Bellcaire d’Urgell, en el MNAC, guardado y nunca expuesto al ser falso. Como también son obras falsas el Frontal con Cristo en majestad flanqueado por los apóstoles, el Frontal Gualino, el Frontal Maiestas Domini, Calvario de Lluís Borrassà, atribuida a los hermanos Junyer Vidal y vendida en 2020 en la casa de subastas Balclis por 12.000 euros, un San Miguel perteneciente a la colección de Manuel Perdigó Cortés, y una Santa Lucía de Mestre de Vielha que se encuentra en la Fundación Francisco Godia.

César Alcalá es periodista e historiador. Ha publicado diversos titulos sobre la retaguardia durante guerra civil española.

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