En la primavera de 2019 “Paco Graco” organizó una sorprendente y exitosa muestra de rotulaciones comerciales que, además de recoger en un solo espacio la amplísima variedad de colores, tamaños, estilos y materiales de rotulaciones rescatadas durante años por este colectivo madrileño, supuso una llamada al disfrute y a la defensa de estos vistosos elementos del paisaje urbano. Además, la exposición demostró ser el mejor pretexto para reunir a diversas iniciativas de diferentes ciudades que ya trabajaban en la documentación y divulgación del patrimonio gráfico, pero sin ningún vínculo entre ellas. Y así comenzó la andadura de la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico.
Un año más tarde, después de intercambiar experiencias, debatir diferentes maneras de entender el trabajo en favor del patrimonio gráfico, marcar objetivos y formalizar la asociación, nos lanzamos en el mes de noviembre a la piscina climatizada del Primer Encuentro de la Red Ibérica. Se habló de rescates de rotulaciones, de la carencia de una legislación que regule la protección del patrimonio gráfico. Se trató sobre posibles acciones conjuntas a futuro y de proyectos personales de diferentes ciudades. Por último, contamos con la estimulante presencia de proyectos veteranos y se recordaron publicaciones como “Rotulados” de Ana Cacho o “Bilbao tipográfico” de Koldo Atxaga.
Así la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico, patrimoniografico.org se cohesiona y coge fuerza para reivindicar de una manera coordinada este patrimonio invisible con la clara misión de registrar, divulgar, defender y salvaguardar y, en caso necesario, rescatar, restaurar y posteriormente preservar esos rótulos, señaléticas y otras gráficas comerciales, tanto rurales como urbanas.
Para hacer frente al desafío que supone toda esa inmensa labor la Red va a contar con el respaldo que aporta el entusiasmo y trabajo de docenas de nodos y colaboradores repartidos por diferentes puntos de la península, además de las sinergias creadas con otras asociaciones defensoras del patrimonio con las que colaborar cuando la situación lo requiere.
Pero, ¿qué motivos empujan a la creación de esta asociación cuyo objetivo último es la defensa de las rotulaciones comerciales? ¿Qué ocurre con esas características publicidades? ¿Por qué defender las rotulaciones callejeras?
Pues bien, si hablamos de patrimonio gráfico estamos hablando de un patrimonio extremadamente vulnerable, volátil, prácticamente invisible para la mayoría de la población y que carece de cualquier tipo de salvaguarda institucional. Se trata de mil y una rotulaciones que se encuentran en peligro de extinción ya que el origen y sustento de estos rótulos ha sido la casi infinita gama de tiendas minoristas que configuraron aquel tejido comercial sólido y diverso que desaparece a pasos agigantados. Un comercio totalmente integrado en el entorno que abarrotaba las calles y plazas de cascos antiguos y barrios de las ciudades, un tipo de comercio indispensable para el desarrollo de las poblaciones que ejercían como cabecera de comarca (hoy arrasadas) y que ofrecían multitud de servicio a docenas de pequeños pueblos que hoy en día languidecen.
El tipo de comercio en definitiva hegemónico durante décadas y que hoy en día se encuentra en un callejón sin salida.
Ahora son tiempos de turbocapitalismo, origen de un ecosistema inhóspito y despiadado tanto para la mayoría de la población como para el desarrollo o el mantenimiento de este pequeño comercio.
El huracán neoliberal no sopla a favor ni de la diversidad, ni del comercio minorista ni mucho menos de las chispeantes publicidades surgidas de su tradicional actividad.
En la actualidad la ciudad ofrece una imagen cada vez más plana donde el sentido de lugar es sustituido por un entorno estandarizado y donde esos elementos curiosos y característicos que llaman la atención y dejan huella en nuestra memoria visual tienen, a priori, los días contados.
Por lo tanto, ¿qué se puede hacer cuando uno de estos característicos elementos del paisaje urbano está a punto de desaparecer? ¿Cómo se rescata un rótulo?
Ante todo, recordar y subrayar que el lugar más idóneo para una rotulación es su ubicación original. Aun así, si aparece en un comercio el cartel de liquidación, de “se vende” o “se alquila”, no está de más preguntar a la persona encargada del negocio si tienen algún plan para el letrero, ya que es posible que los dueños quieran quedárselo como recuerdo. También puede ocurrir que ante la muestra de interés por un elemento como el rótulo, que suele pasar desapercibido, lo ceda amablemente. Esta es básicamente la función del custodio que tendrá que ir con la mochila a partes iguales de tenacidad y buena suerte. No puede faltar tampoco la pizca de mano izquierda y saber hacer, indispensables para que llegue el rescate a buen puerto.
En caso de que en el local se encuentren los albañiles trabajando, podemos informales del valor (por ejemplo, sentimental) que posee el rótulo, de lo que supone su desaparición y de que sería una buena noticia su conservación. Ahora bien, si a alguien todo este proceso se le hace muy cuesta arriba solo hay que avisar a la Red contacto@patrimonio.org. Este mensaje lo gestiona a las mil maravillas Rosa @carril_conga que a su vez lo hará llegar al nodo más cercano al rótulo que se encuentra en peligro. ¿Funciona? Si, aunque por desgracia, no siempre.
Un rótulo se desmonta a la velocidad del rayo. Son artefactos que se pueden retirar de su ubicación en escasos minutos con el triste resultado de que desaparecen para siempre.
No obstante, si no cuaja el rescate, cualquier iniciativa que se realice para su registro, catalogación, difusión o cartografía son bienvenidas. Todas las actividades y acciones que puedan prevenir su destrucción, el expolio, la separación y la enajenación del patrimonio gráfico son así mismo bienvenidas.
Todas y todos podemos ser Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico ya que con un pequeño gesto se puede lograr mucho por este patrimonio invisible.
Oscar Brako Ozkoidi es miembro de la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico
@larotuladora