REDACCIÓN. Últimamente , la cena anual de patronos del British Museum se ha convertido en el foro en que su presidente George Osborne, vuelve a poner sobre el plato el asunto de los Mármoles de Partenón.
La velada se celebró en pasado 15 de noviembre , con cientos de invitados en la sala 18 del museo, donde están expuestos los Mármoles del Partenón (o de Elgin, según quien reclame), lo que ya demuestra el talante “deportivo” de Osborne o una provocación de prepotente mal gusto, también según se vea...
La controversia de los frisos se ha recrudecido en los últimos años, así como también en los últimos años ha quedado clara la postura política del asunto por parte del Gobierno británico y la habilidad del presidente del museo por plantear “soluciones creativas” que no acaban de satisfacer a las partes demandantes y que no dejan de ser una excusa de buenas intenciones sin solución de continuidad para contentar a expertos internacionales.
La nueva solución, que ya se planteó en la cena anual del año pasado, Osborne vuelve a proponer un “Intercambio Cultural” de los frisos a los museos griegos, que no el préstamo de los mármoles y para que además quede claro, Osborne también ha sugerido que dicho intercambio cultural pasaría, porque los griegos prestasen al British Museum «otros tesoros de Grecia, algunos de los cuales nunca han abandonado esas costas, se vean aquí en el Museo Británico».
Esta elegante y británica manera de plantear el Intercambio Cultural con “rehenes”, pretende contentar a todas las partes, obviando la cuestión de la propiedad legal de los bienes, además de dejar patente la desconfianza que sienten los ingleses por los griegos y que una vez tengan los mármoles en Grecia se nieguen a su devolución, una vez terminado el citado intercambio cultural…
Circunstancia que no parece fácil, puesto que Grecia no está dispuesta a renunciar a la propiedad lícita de los frisos y tampoco está por la labor de aceptar el término “préstamo” ya que entonces asumiría que Reino Unido realizó una transacción legal cuando compró los mármoles del Partenón a Lord Elgin y los británicos por su parte , no reconocen esta propiedad por parte de los helenos sobre los mármoles ya que estarían reconociendo que las esculturas fueron fruto de expolio.
Osborne concluyó sobre la propuesta de los Mármoles del Partenón: “Es posible que no tengamos éxito. Pero creemos que vale la pena intentarlo…”. Eso y nada , es lo mismo en este tira y afloja que se repite desde 1830 entre Reino Unido y Grecia.
Pecados del Arte comparte la opinión de otros medios especializados como ArtsNewspaper, que Osborne a centrado sus discursos de la cena anual en los frisos de Fidias, para no abordar lo que realmente preocupa al patronato del British Museum, que no es otra que la simple y llana cuestión de los robos sufridos en el museo desde 1993 y que ha estas alturas no se sabe ni que se ha robado (no estaba catalogado) y si ha sido desde dentro como todo apunta.