REDACCIÓN. Según informa NIEUWSBLAD, el gobierno autónomo de Flandes (Bélgica) ha restituido a Rumania tres brazaletes de oro datados en el 1000 a.C. y que iban a ser vendidos en una subasta de Mónaco en 2020. Las piezas aparecieron en la cubierta del catálogo de la subasta como lote principal de venta con una estimación de entre 80.000 y 100.000 euros, indicando que eran de origen celta-flamenco y hallados en el pueblo de Houtem (Flandés) lo que llamó la atención de las autoridades flamencas.
Ante semejante, noticia el Topstukkenraad (Consejo para la Preservación del Patrimonio Cultural) considero que se podían hallar frente a un descubrimiento arqueológico de especial importancia para la historia de Flandes ya que el diseño de las joyas no era el que se anunciaba como celta, sino que podrían estar vinculado con los Cárpatos orientales ( actual Rumania) y los expertos del Consejo avisaron tanto al departamento de Cultura y a la policía.
Para verificar su procedencia, se pidió a la casa de subastas que cancelara la venta en espera de una mayor investigación. Pero la solicitud fue rechazada y el gobierno flamenco declaró las pulseras como “obras maestras”. Según la legislación flamenca, esta designación impediría que la casa de subastas los vendiera sin permiso.
La investigación judicial finalmente demostró que el proveedor ahora fallecido había adquirido las joyas en Rumania y que procedían de una excavación ilegal y fueron exportados fuera de Rumanía sin autorización. Una tercera pulsera del mismo tipo fue encontrada en la casa del proveedor. Las tres pulseras se cambiaron por un viejo rifle de caza.
Los objetos fueron repatriados oficialmente al embajador rumano en una ceremonia celebrada en el Museo aan de Stroom de Amberes.