Una obra poco común de Peter Paul Rubens ha sido devuelta a la Fundación Friedenstein en Gotha, en el estado alemán de Thüringen. Se trata del boceto al óleo de San Gregorio Nacianceno (1621) fue vendido ilegalmente, junto con otros tesoros de la colección de la fundación, después de la Segunda Guerra Mundial.
La colección de Friedenstein contaba con un total de cinco bocetos de Rubens de la misma serie. Con el regreso de San Gregorio Nacianceno quedan dos desaparecidos: El Profeta Elías en el Carro de Oro y San Agustín . Ambos figuran en la base de datos Lost Art desde 2001.
San Gregorio Nacianceno es uno de los varios bocetos al óleo que Rubens creó como preparación para un encargo para decorar la iglesia jesuita de San Carlos Borromeo en Amberes. Este encargo marcó un hito clave en la carrera de Rubens como el primer encargo importante para un edificio público. 39 Las pinturas finales representaban escenas bíblicas, santas y “padres” de la iglesia y adornaban los techos de la iglesia y fueron completadas por miembros del taller de Rubens.
Se conservan 22 estudios de Rubens, pero las 39 pinturas fueron destruidas cuando un rayo cayó sobre la iglesia el 18 de julio de 1718, incendiando su techo.
Los cinco bocetos de Rubens fueron adquiridos por el duque Ernesto II de Sajonia-Gotha-Altenburg en 1802, al marchante de arte François Xavier de Burtin de Bruselas. No está claro de dónde obtuvo De Burtin las obras.
En 1918 el Palacio Friedenstein se convirtió en museo público y la propiedad de su colección y propiedades se transfirió a una fundación. En marzo de 1945 los estudios fueron retirados del Museo Ducal de Friedenstein y trasladados a un lugar secreto en la ciudad de Coburgo bajo la amenaza del saqueo del ejército soviético.
Se sabe que después de la guerra, miembros de la familia Sajonia-Coburgo sacaron obras del complejo del museo y del almacén de Coburgo y las vendieron ilegalmente.
En 1952 la galería neoyorquina E. & A. Silberman vendió el boceto de San Gregorio a la Albright Art Gallery, predecesora de la en Buffalo, Nueva York, que más tarde se convirtió en el Museo de Arte de Buffalo Albright-Knox Art Gallery.
El boceto regresa a Gotha tras un proceso de años de cooperación internacional entre el Museo de Arte AKG de Buffalo, la Fundación Friedenstein de Gotha y la Ernst von Siemens Kunststiftung (EvSK).
La Fundación Friedenstein acordó comprar la obra como parte de un acuerdo amistoso, reconociendo que el Buffalo AKG Art Museum había adquirido la obra de buena fe en 1952, cuando los verdaderos detalles de la propiedad no se conocían públicamente.
La Fundación Friedenstein se negó a confirmar el precio que pagó por la obra, pero se entiende que es una cifra baja de siete dígitos.
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