Los críticos cuestionan la justificación para retirar los vitrales intactos originales y cuestionan la autoridad del presidente al tomar tales decisiones para una catedral que tiene importancia para muchos.
REDACCIÓN.
Después del incendio de 2019 que arrasó la catedral de Notre-Dame en Paris, el presidente Macrón y el arzobispo de Paris Monseñor Ulrich pusieron en marcha un proyecto para sustituir las vidrieras originales y sustituirlas para ofrecer una visión más contemporánea. Los expertos y 125.000 ciudadanos se han opuesto a ello.
Como adelantamos el pasado febrero, el proyecto del Presidente Macrón y Monseñor Ulrich para sustituir las seis vidrieras originales de la Catedral de Notre Dame de Paris, creo una gran polémica entre los expertos y la Opinión Pública francesa ya que parecía perseguir únicamente un afán personalista.
Durante el incendio de 2019 , las espectaculares vidrieras de 1844 y que ocupan casi 3.000 m2 “milagrosamente” no sufrieron ningún daño, únicamente quedaron tiznadas y manchadas por el agua de los bomberos. En un principio se temió que el emplomado original hubiese podido verse afectado, pero no fue así.
Las vidrieras de Notre- Dame fueron diseñadas por Voilet Le-Luc durante su reconstrucción en 1844 después de los daños sufridos durante la Revolución francesa y están protegidas por la Ley de Patrimonio francés, no obstante Macrón y Ulrich continuaron adelante con su proyecto en un estilo contemporáneo figurativo con el fin de datar el monumento al siglo XXI y para dejar su huella en las historia.
La reacción no se hizo esperar: apenas dos días después del anuncio apareció una petición en línea. Los críticos cuestionan la justificación para retirar los vitrales intactos originales y cuestionan la autoridad del presidente al tomar tales decisiones para una catedral que tiene importancia para muchos.
Y finalmente el proyecto ha llegado a su fin: La avalancha de protestas por parte de los ciudadanos ha sido tan importante (125.000 firmas) que la la Comisión Nacional de Arquitectura y Patrimonio (CNPA) ha decidido rechazar la creación de vidrieras contemporáneas,.