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Las siete hipocresías de los Museos Americanos

¿Los Vencedores conservan el Derecho de Depredación?

Por Jorge Llopis Planas
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directorpecadosdelartecom/8/8/23
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lunes 13 de octubre de 2025, 10:00h

Es lamentable que el país que ganó la guerra contra la barbarie nazi, continúe siendo cómplice del saqueo de las obras de arte de los nazis: 1ª hipocresia.

Cuando se anunció la renovación y ampliación de la Ley HEAR de 2016 en junio pasado, ya hubieron movimientos muy raros en el mundo museológico yanki, como la creación de lobbys para que no prosperase la propuesta de ampliación de esta medida legislativa que entre otras eliminaría los plazos para presentar demandas de reclamación, costosos y largos. 2ª falacia.

Uno de los procedimientos fundamentales es la consulta de la procedencia de las obras reclamadas y que por ley deben estar al alcance del publico por una simple cuestión de Acceso a la Información del ciudadano. Este derecho es sagrado en EE.UU. O lo era…

Los museos americanos a través de la Alianza Americana de Museos, antes Asociación Americana de Museos (AAM) vuelven a poner trabas que faciliten de manera directa esta información tirando por la calle de en medio dejando inactiva la base de datos de los museos que informa y proporciona datos de procedencia de sus colecciones, el Portal de Internet de Procedencia de la Era Nazi (NEPIP).

La Organización Mundial de Restitución Judía (WJRO) ha presentado un informe sobre la transparencia de los museos americanos. No ha sido exhaustiva ya que se ha centrado sobre 160 instituciones, lo que ya es un buen numero, pero los resultados son escalofriantes.

En 2025 la AAM tenía en su base de datos 29.817 obras con lagunas de procedencia de la época del Holocausto, recopiladas desde 2004. Hoy sólo aparecen 10.668. que ahora están enumeradas en conjuntos de datos mantenidos por museos individuales, no en un inventario central. 3ª doblez.

Una cifra que solo representaría un tercio del total, ya que se estima que en Estados Unidos , los museos del país podrían poseer hasta cien mil (100.000) obras procedentes del Expolio Nazi.

No se que es más grave, si la torticera maniobra de cercenar el acceso directo a la información de las colecciones o el escandaloso numero de obras. Repito más de 100.000.

La 4ª hipocresía es además hiriente, cuando el tratado internacional de devolución y restitución de este tipo de bienes se llama Acuerdos de Washignton ( también Tratado de Washington), se firma en 1998 y vuelve a ratificarse en 2024, con Estados Unidos a la cabeza de esta cruzada o ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio, empezando por la National Galery of Art en el mismo Washington, justo al ladito de donde se firmaron los acuerdos.

Tal vez el asunto se agrava si se investiga como llegaron esas obras al país y su cambalache comercial, que implicaría en buena parte a galeristas y comerciantes de arte judíos que no dudaron en mirar hacia otro lado y comerciar con el patrimonio y propiedades saqueadas a sus hermanos europeos. Una muestra de fariseísmo, nunca mejor empleado. 5ª bellaquería.

Probablemente el único bastión que le queda al que reclama las obras de sus antepasados sea la temida Oficina del Fiscal de Manhattan. Y digo temida porque gracias a su condición de autoridades aduaneras: La agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) y la ATU , Antiques Traffic Unit, tienen la capacidad para llevar a cabo la incautación e investigación. Es decir, si las obras entraron en USA por los puertos de Nueva York es más fácil averiguar desde donde llegaron y quien las trajo y por tanto actuar.

No obstante 100.000 obras son muchas y dudo que el fiscal de Manhattan, Alvin Bragg se meta en este fregado, por mucho que en los últimos años hayan devuelto 5.750 antigüedades.

Lo que evidentemente podría entenderse como la sexta impostura: La incapacidad administrativa por saturación ¿Con qué recursos cuenta la ATU, CBP?. Está claro que no puede meterse en el asunto de los museos como debiera.

¿EE.UU. debería crear un organismo nacional específicamente para estos casos como han hecho otros países firmantes del los Tratados de Washington? Y a los que se les exige transparencia sobre sus colecciones de arte procedentes de saqueo nazi en todas sus las modalidades reconocidas: robo y expropiación forzosa?. Debiera.

No obstante ni la independencia de los museos americanos ni la legislación federal de los 52 estados, logran ponerse de acuerdo: Lo que supone la Séptima Hipocresía de los museos americanos.

Así que me temo que el Expolio Nazi de obras de arte puede quedar finalmente como un “desgraciado suceso de la historia de la humanidad y del arte”, de la codicia y la hipocresía y Estados Unidos, quedar sin la legitimidad moral del vencedor del nazismo, sino como avalista de su depredación

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