REDACCIÓN. Hace casi 75 años, la colección más grande del mundo de objetos de arte y antigüedades chinas se trasladó de la Ciudad Prohibida de Beijing a Taipei, la capital de Taiwán. Hablamos de más de 600.000 objetos formaron parte de la colección real en la Ciudad Prohibida de dinastías Ming y Qing (1368-1911). Chiang Kai-shek, el exlíder del partido nacionalista gobernante Kuomintang (KMT) de China, decidió desplazar a Taiwan cuando escapó del Ejército Rojo de Mao Zedong en 1949 durante la guerra civil china. Esta colección se halla en el Museo del Palacio Nacional de Taipei desde 1965.
Como es de suponer, esta es otra de las cuestiones que esgrime el gobierno chino en sus amenazas para la invasión de Taiwan.
La posición del Museo Nacional del Palacio de Taipei es clara. Se ha negado rotundamente a devolver ninguna de las piezas. El museo también se niega a prestar los artefactos a otros países por temor a que puedan ser incautados y repatriados a China.
En abril China lanzó una agresiva campaña de desinformación digital para tratar de desacreditar al museo, puesto que octubre de 2022, se supo que se habían roto tres piezas de porcelana de la colección del museo de gran valor. El museo optó por no registrar oficialmente las roturas en ese momento, lo que generó acusaciones de encubrimiento por parte del personal superior.
“En el trabajo de museo, incidentes como este no son muy raros porque, a veces, debido a la composición estructural del objeto, o debido a la edad, los objetos pueden deteriorarse”, dijo Tsai Chun-Yi, curadora de pintura y caligrafía en el Museo Nacional
El percance fue aprovechado por el gobierno chino atacando a las autoridades de Taiwán en la prensa estatal, argumentando que solo bajo la reunificación podrían protegerse completamente estos tesoros nacionales. También se lanzó un campaña contra al museo de Taipei por su falta de cuidado con los objetos invalorables de China.
Los ataques cibernéticos evolucionaron. Durante el pasado marzo, se filtraron en línea hasta 100.000 imágenes de alta resolución de pinturas y caligrafías de la colección del museo en lo que se podría clasificar como robo digital. Las imágenes se pusieron a la venta por menos de 1 dólar , en Taobao, una plataforma de compras china.
“Lo estamos investigando y plantear a Taobao una demanda por daños de propiedades intelectuales y los daños involucrados”, explicó subdirector del museo, Huang Yung-tai,
Baoping Li, profesor de arqueología china en el University College London aclara que “Los artefactos históricos que se exhiben en el Museo del Palacio Nacional en Taipei son de suma importancia para China. El gobierno nacionalista obviamente seleccionó las piezas más importantes cuando se exilió a Taiwán, como símbolo y continuidad de su legitimidad.
La República Popular China se fundó como un estado revolucionario empeñado en destruir el pasado, que consideraba que había arrastrado a China como lo hizo durante la Revolución Cultural desde 1966 a 1976 , pero en las últimas décadas, el Partido Comunista ha definido su misión para convertirse en protectores del pasado cultural de China. Ahora ve los tesoros del Museo del Palacio de Taiwán como su patrimonio cultural, sin importar que muchos de esos tesoros bien podrían haber sido destruidos si se hubieran quedado en China durante las primeras décadas del régimen comunista.
“El museo fue diseñado por el Kuomintang como una forma de mostrar que Taiwán es la 'mejor China', la que respetó las tradiciones y no las destruyó, y la que cuidó el patrimonio cultural del país y no permitió que los fanáticos para destruirlo, lo que sucedió durante las primeras décadas del régimen comunista”, dice su actual presidente, Tsai Ing-wen.