JLL. EL pasado 31 de mayo en el Museo del Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang en la provincia de Shaanxi, en China, un hombre chino de 30 años, se lanzó intencionadamente desde las gradas de visitantes sobre las figuras de los Guerreros de Xian, provocando importantes daños en al menos dos de las figuras.
En un video difundido por varios medios de comunicación, se muestra al hombre recostado después de caer más 5,5 metros contra una de las antiguas estatuas expuestas en el museo. Mientras el hombre yace en la fosa arqueológica, una multitud de espectadores se congrega a lo largo del perímetro para observar hacia abajo. Se puede ver al menos una estatua derribada junto al turista.
las autoridades chinas afirmaron que el individuo saltó la barandilla y la red protectora y dañó los dos artefactos en diversos grados. El autor era un “turista nacional” que sufrió una crisis nerviosa debido a que padecía una enfermedad mental no especificada (según las autoridades chinas). El mausoleo está protegido por la ley estatal, por lo que es posible no se vuelvan a tener noticias del desgraciado, que se enfrentaría a severas penas de prisión según la legislación china.
Las reacciones en la red no se ha hecho esperar. Lo más suave que se está pidiendo contra el “atacante” es pena perpetua de prisión, hasta pena de muerte por parte de algún exaltado. Igualmente se ha comparado este suceso a otros recientes que denuncian y reabren el debate de la indefensión del patrimonio contra exaltados y accidentes fortuitos en los propios museos.
La UNESCO declaró el Mausoleo del Primer Emperador Qin Patrimonio de la Humanidad en 1987 por las excepcionales cualidades técnicas y artísticas del conjunto escultórico de arcilla. este diorama del ejército, según la UNESCO, también es representativa de la organización militar de una de las dinastías chinas de reinado más corto.
Se trata de un tipo de arte funerario enterrado en una formación de batalla compuesta por tres fosas de entre cuatro y ocho metros de profundidad. Entre las tres fosas hay más de 8000 soldados construidos a tamaño ligeramente superior al natural, una caballería de 150 animales y 130 carros tirados por otros 520 caballos, aunque también se encontraron otras figuras no militares, como funcionarios, acróbatas, forzudos y músicos.