REDACCIÓN. El coleccionista español Guillermo Chamorro se enfrenta a seis años y medio de prisión por los delitos de estafa y robo de propiedad intelectual. Es decir falsificación y fraude.
El coleccionista austriaco Tomas W. denunció en 2019 que le habían vendido una litografía falsa de Chillida en Hampel Fine Art Autions (tienda virtual) por 3.900€. El mismo coleccionista también advirtió que la Sala Setdart (virtual también) estaba poniendo a la venta otras 2 litografías falsas del mismo autor, lo que llevó a que la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional investigase el caso.
El gerente de Setdart, Vicenç Pascual aseguró que no existían más obras de Guillermo Chamorro en venta en la sala de subastas, Aunque, la policía en su investigación descubrió que en la web anunciaban por lo menos otras 3. Al final, una trabajadora acabó confesando que existían otras cinco. Diez obras en total acabaron en manos de la policía.
Entre el 5 y el 11 de marzo de 2019 la Policía Nacional llevó a cabo varios registros en la Sala Setdart donde intervinieron 10 obras. Posteriormente descubrió que las 10 eran falsas: 7 obras atribuidas a Eduardo Chillida, 2 a Roy Lichtenstein y 1 a Edvard Munch. También ha averiguado que en 2018.
La investigación siguió su curso y llamaron a Guillermo Chamorro para que llevase otras 5 de las obras que estaban bajos sospecha: 4 de José Guerrero y 1 de Saul Steinberg. Las piezas, vendidas en 2018 a diferentes particulares, fueron examinadas y se determinó que también eran falsificaciones igualmente vendidas a través de Setdart.
En el proceso pericial de las obras, tanto Francisco Baena, director del Centro José Guerrero de Granada alegó que el papel y los materiales no eran los mismos que usaba Guerrero y por su parte el apoderado de la Sociedad Chillida ha garantizado que los números que aparecían en el cuadro, no estaban escritor por el pintor. También el informe pericial caligráfico las supuestas obras de Munch tampoco son coincidentes con las firmas indubitadas de sus otras obras de arte.
Las obras también fueron analizadas por el perito José Manuel Lara del Museo Reina Sofía. Según el experto: “Si son falsas, por lo menos son manipulaciones de piezas auténticas”. Las firmas fueron un punto clave en su investigación: En todas se utiliza un lapicero duro, cuando lo habitual es uno más blando. Pero el tipo de estampación terminó de apoyar su teoría. La técnica empleada es impresión a chorro de tinta, cuando según el catálogo razonado de los artistas —documento en el que aparecen las claves para reconocer las obras auténticas— debería ser offset. “En la primera, la tinta queda más diluida y en la otra se notan más los pigmentos”, desarrolla el experto que indicó que alguien que se dedique a las artes gráficas puede realizar estas copias.
Según informa EL DEBATE, La relación de Guillermo Chamorro (67 años) y el arte viene desde los 14 años, cuando empezó ha adquirir obras de arte para revenderlas posteriormente. Aparte de la compra y venta de arte, también realiza sus propios collages para exhibirlos por hobby.
Guillermo Chamorro es un viejo conocido dentro del mundo artístico y de las subastas. Solía contar que vivió en Nueva York, que había conocido a Andy Warhol y que tenía un catálogo de pinturas de artistas muy conocidos. Muchos le definen como un personaje muy peculiar, que algunos no dudan el calificar como fanfarrón y prepotente.
El juicio está visto para sentencia.