REDACCIÓN. Hace unas semanas en Pecados del Arte se planteó la hipótesis de que la Crátera de Eufronio reclamada y restituida por el MET a Italia, tuviese el mismo origen que la copia de la misma pieza, hallada entre los bienes donados a la iglesia por el difunto Michele Basso.
En el mismo artículo se hablaba de herencia envenenada y como el Vaticano había corrido un tupido velo sobre esa cuestión, circunstancia que no es ninguna novedad ya que para eso es una monarquía absoluta electiva.
Esta semana diversos medios italianos están desvelando nueva información sobre la colección de Don Michele en la línea en las que Pecados del Arte sugería.
Herencia Envenenada y secretismo vaticano
Por lo visto la colección de buen Don Michele estaba compuesta por piezas falsas con certificados igualmente fraudulentos y bastantes más procedentes de donaciones particulares pero sin ningún tipo de documentación y que posteriormente si la tuvieron. Es decir, documentos igualmente fraudulentos.
Aquella donación coincidió con una investigación fiscal en el 2000 sobre la gestión de la Fábrica de San Pedro y de paso, la colección de Michele Basso que se custodiaba allí y cuyo resultado desvelaba que había “cierto descontrol” con el asunto de las donaciones en el que no se aclaraba si éstas estaban tasadas o no. Por ejemplo.
Por otro lado en 2001 The Guardian publicaba una noticia sobre un posible intento de venta de alguna de las obras se hubiera ofrecido en el mercado del arte de manera turbia empleando papel con membrete del Vaticano para autenticar las obras.
Por último, la investigación descubrió que en esta trama estaban implicados hasta 14 personas entre funcionarios del Vaticano, expertos certificadores y personal de aduanas.
De esta manera se comprendería la postura vaticana de retirar esas 30 cajas a un almacén y olvidarse del asunto. Aquí paz y después Gloria.
Una periodista de Il Messaggero hace referencia al origen humilde de Don Michele y su afición arqueológica como experto y investigador. El hombre no tenía mayor pretensión que acumular una colección que en su mayoría fueron donadas por particulares para venderla y así construir un hospital. Fueran piezas originales donadas, falsas o robadas. Todo ello sin conocimiento del canónigo. Pensemos que no.
Crátera Falsa
Como se informaba el Pecados del arte, entre las antigüedades de la colección de don Michele también se encontró una copia de la Crátera de Eufronio falsificada a principios de 1900. Así también se explicaba el conflicto entre el Metropolitan y el gobierno italiano por otro cáliz igual. El museo americano adquirió su crátera por 1,2 millones de dólares en 1972 al conocido traficante Robert Hetch con la “garantía de que venía de un expolio” y que finalmente se devolvió Italia en 2008.
La pregunta que planteábamos entonces y ahora es sencilla ¿Cómo Don Michele tenía una falsificación de una pieza hallada oficialmente (aunque fuese “mediante” expolio) 70 años después? Como respuesta se sugería que tal vez los expoliadores hubiesen vendido otra falsificación al MET. Que se sepa cuando se compra algo expoliado tampoco se piden demasiados detalles al proveedor…
Ahora, los medios italianos especularían sí la Crátera de Eufronio no fue hallada por expoliadores en 1972 sino podría haber sido encontrada realmente en 1909. Si fuera así comprenderíamos la posibilidad de la falsificación que poseía don Michele y por supuesto que los americanos tuvieran la original, pero entonces surge otra pregunta Desde 1909 hasta 1972 ¿Dónde se guardó pues la Crátera de Eufronio? ¿Se ha verificado científicamente en algún momento la datación del cáliz? Es de suponer como mínimo y con semejante lío, pero nadie apunta nada al respecto…
En Pecados del arte puestos a preguntar planteamos: ¿Qué le vendieron entonces al Metropolitan? ¿Una pieza expoliada de un yacimiento o una pieza robada de una colección? En su momento Oscar Muscarella conservador especializado arte de Oriente Medio en el Metropolitan desde 1967 hasta 1977 planteó públicamente las mismas dudas de originalidad y políticas de adquisición del museo.
Muscarella Fue despedido en 1978.