REDACCIÓN Según informaba el pasado 16 de abril el diario portugués SABADO, el delito por venta fraudulenta obras de Joan Miró por parte del entonces el BPN (Banco Portugués de Negocios), ha prescrito, quedando en libertad el orquestador de aquella estafa, el director de la banca privada del banco, José Viamonte de Sousa
En diciembre de 2002, en nombre de BPN, Viamonte de Sousa negoció la adquisición de 41 obras de Miró con dos intermediarios españoles: J.Cierva C. y J.E. Navarro N. Fue Cierva la Calle quien medio en las negociaciones entre los propietarios de la colección y BPN, acordando un precio de 17.000.000 de euros Para realizar el pago, se utilizaría una empresa offshore, Zevin-Holdings, propiedad de BPN.
Sin embargo, los propietarios de los cuadros solo recibieron 5,100.000 euros. Según el auto, los otros 12,000.000 euros restantes, se distribuyeron como "comisiones" y fueron compartidos por varios intermediarios.
Expectante ante la sustancial puesta en valor de los 41 cuadros de Miró, adquiridos por 17 millones en 2002 y sin haber pagado la totalidad a los propietarios, el BPN intentó vender de nuevo la colección íntegra por 22 millones de euros.
Mediante poderes otorgados por el presidente del BPN Oliveira e Costa, Viamonte de Sousa, contrató de nuevo, a dos mediadores españoles que serían los responsables de la venta. Firmó un contrato con ellos en 2003, pero el contrato fue revocado, previo pago de 2,500.000 de euros como compensación. A sabiendas de que los mediadores aceptarían la reducción de la indemnización, José Viamonte sólo les pago 1,250.000 euros y él se apoderó del resto, 1,250.000 euros
En 2008 el BPN fue nacionalizado después de una investigación por fraude y blanqueo de capitales. Ese mismo año El Gobierno luso intentó la venta de los cuadros y una escultura a través de la casa de subastas Christie's, aunque las sospechas sobre posibles irregularidades en el proceso, acabaron llevando a la firma a cancelar la subasta. Finalmente en 2020 estas 41 obras y otras 44 más, fueron catalogadas como colección al Gobierno portugués por la Dirección General del Patrimonio Cultural del país vecino
Volviendo a Viamonte de Sousa, en 2021 fue condenado a siete años y 10 meses de prisión por el tribunal de Oporto, por fraude y blanqueo de dinero.
El banquero permaneció en libertad mientras se recurría la sentencia. A fines de 2021, la Corte de Apelaciones de redujo su pena de prisión a seis años y medio.
Sin embargo, la Corte de Apelaciones e ignoró la indicación de las fechas de prescripción contenidas en el proceso -suspendido hasta el 3 de junio de 2022- y admitió un recurso ante la Corte Suprema de Justicia.
Varios meses más tarde, debido a los trámites burocráticos, el caso supuestamente iba y venía entre la Corte de Apelaciones y tribunal de Oporto que había emitido el veredicto de culpabilidad. En última instancia, la totalidad del caso solo llegó al tribunal de primera instancia el 16 de marzo de 2023, momento en el que fue declarado extinto' y el caso fue archivado. En ese momento, el juez de Oporto dictaminó que ya había expirado el límite máximo para perseguir un delito de estafa.
José Viamonte de Sousa no ha tenido que devolver ni un céntimo' del dinero que desvió hace casi 20 años, y no irá a la cárcel por este delito.