REDACCIÓN. El pasado 11 de julio un adolescente canadiense fue sorprendido tallando su nombre en el templo Toshodaiji Kondo en Nara, Japón, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
El joven de 17 años fue interrogado por la policía después de que un visitante viese que el majadero arañaba con la uña para escribir "Julian" directamente en un pilar de madera del Salón Dorado del templo y lo denunció al personal del templo, quien lo retuvo hasta que llegó la policía.
“El chico admitió su acto y dice que no lo hizo con la intención de dañar la cultura japonesa. Ahora está con sus padres, quienes estaban con él cuando ocurrió el incidente”. dijo un oficial de policía.
El turista aún está bajo investigación. Si se determina que ha violado la ley de Japón de protección de los bienes culturales, será remitido a los fiscales y podría ser condenado a una multa de 300.000 yenes (2.140 dólares) o hasta cinco años de cárcel.
Lo que no queda claro es si las autoridades pueden imputar algún cargo a los padres del chico, ya que por un lado no hicieron nada para evitar el hecho y por otro son sus responsables legales.
Las autoridades japonesas se preguntan si la viralización de la proeza del otro vándalo del pasado 23 de junio y que grabó "Ivan+Hayley 23" en el coliseo de Roma ha podido crear un efecto llamada para esos actos.
El templo budista Toshodaiji Kondo se construyó en 759 d.C y es uno de los ocho monumentos históricos de la antigua Nara, que alguna vez fue la capital de Japón. Fue fundado por el monje chino Jianzhen y diseñado al estilo de la dinastía Tang.