Vaya por delante que creo que las restituciones de arte y objetos saqueados y expoliados es una cuestión de justicia y que el pueblo judío cuenta con mi todo mi respeto. Vamos allá.
Por lo visto la Ley francesa de restitución de bienes expoliados por los alemanes aprobada este verano llega tarde y mal.
Tarde porque desde 1950 y de acuerdo con la ley de la Comisión de Recuperación Artística de 1949, quien no reclamó (o no pudo) lo que era suyo o de sus antepasados, se encontró con la temible burocracia museística francesa que diseminó como MNR las obras, objetos , libros, etc. por museos y bibliotecas blindando su restitución amparándose en la inviolabilidad de los museos nacionales.
Y mal, porque los franceses en vez de reconocerse colaboracionistas (forzosos o no) del régimen ocupante se dedicaron a echar pelotas fueras. Además vieron la posibilidad de enriquecer sus maltrechos museos de provincias y bibliotecas, apropiándose de más de 2.200 piezas (las famosas MNR), después de devolver 45.000 y vender otras 13.000 de un total de 60.000 obras que se pudieron recuperar después de la guerra.
Si hay un país arrogante hasta el punto de no querer reconocer que el queso más apestoso del mundo es el Vieux Boulogne o Sablé du Boulonnais (ni se acerquen si no se es anósmico), que el cine de Godard es un coñazo o que Picasso era español. Ese es Francia
Francia fue tan arrogante que durante más de 30 años aplicó lo que los académicos llamaron “La Ley del Silencio”, es decir silenciar la cuestión de la devolución de arte saqueado en Francia por los nazis para evitar reconocer que ese expolio se llevó a cabo en connivencia con el gobierno francés de Vichy. Eso mismo pasó con Bélgica y Holanda.
La nueva ley es de gran alcance. Permitirá que arte, libros y otros bienes culturales robados y en dominio público (museos), sean devueltos a sus legítimos propietarios. Llega 80 años tarde, pero algo es algo.
Ahora bien, ¿Solo se restituirá el arte robado a los judíos?. Pues no. La ley es mas amplia y por lo visto las antiguas colonias francesas se han puesto a reclamar lo que los franceses se llevaron, ya fuese en concepto de expolio y saqueo o como apropiación por ser territorio francés.
Eso pasará desde luego, por reconocer de nuevo por parte de Francia, los desmanes franceses en sus colonias y entonar un nuevo mea culpa.
La cuestión es si Francia va a tener tragaderas para tanta humillación.