J.LL . - El galeón español San José, se hundió en 1708 durante la Batalla de Barú contra una flota inglesa de corsarios frente a las costas de Colombia, y fue “descubierto” en 1982 por una empresa busca tesoros norteamericana: Sea Search Armada.
Como en cada nuevo naufragio en litigio, lo más importante parecen ser es sus tesoros y el caso del San José se calcula que los restos pueden tener un valor superior a los 20.000 millones de dólares, entre monedas de oro, plata y esmeraldas consignadas en cu carga, casi 200 toneladas…
Estas cantidades son el atractivo informativo.
Desde 2015 las disputas por su propiedad y derechos se han sucedido y últimamente hasta se han recrudecido, ya que los litigantes más importantes, España y Colombia no cuentan con ninguna política clara respecto a estas cuestiones.
Aquí lo único que preocupa es que para el presidente y ex guerrillero del M-19 colombiano Gustavo Petro (a) Aureliano, quiere sacar a la superficie el barco antes de que termine su mandato en 2026, sea como sea, en lo que ya viene siendo habitual en narcoestados hispanoamericanos como México, donde las reivindicaciones histórico patrimoniales, son una inmejorable cortina de humo informativa internacional para ocuparse de otras cuestiones más acuciantes.
Por su parte España está buscando un arbitraje internacional amparándose en el Convención de UNESCO de 2001 sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
España reclama la propiedad del galeón como parte de su patrimonio cultural y propiedad. Como buque militar, el San José se considera propiedad española según los términos de la Convención de 2001 de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático. No hay que olvidar que además el buque es la tumba de 570 marineros. como tal, sus restos tienen la consideración de tumba submarina y no pueden ser objeto de explotación comercial.
Nuestro país se “maneja” de manera razonable en cuestiones de hundimientos y pecios hallados en costas de jurisdicción española, aunque después del asunto del Nuestra Señora de las Mercedes expoliado por otra cazatesoros Odyssey Marine Exploration en 2008 dejo claro que todavía, que no Progresa Adecuadamente, sino que directamente, Necesita Mejorar…
Pero en cuestiones internacionales La ausencia de ninguna política coherente y proactiva española en torno al legado subacuático hispánico, especialmente fuera de las aguas del Reino, hace que el esperpento campe por sus anchas, como explica bien el abogado José Mº Lancho, experto en tecnología y patrimonio cultural subacuático
A Colombia, el citado convenio de UNESCO le importa más bien poco. NO LO FIRMÓ en 2001, es de suponer imaginando lo que había en sus aguas y en 2013, el país se sacó de la manga una Ley de Patrimonio Cultural Sumergido adicional, socavando sus restricciones anteriores a los cazadores de tesoros y sentando las bases para la recuperación comercial legal del San José.
¿Cómo es posible esta ley en Colombia, que no cuenta ni con infraestructura, ni un proyecto de investigación, ni un laboratorio de conservación que garantice la integridad de los artefactos que se pretenden extraer, ni equipo naval, ni la formación ni la experiencia para un proyecto arqueológico de este tipo?.
Por otro lado Sea Search Armada, la empresa con sede en Estados Unidos exige su parte por “descubrir” los restos del naufragio en primer lugar (1982) y afirma que tiene derecho a la mitad del dinero que genere el tesoro, ya que además la compañía de salvamento había revelado la ubicación del barco al gobierno colombiano en primer lugar.
La cazatesoros de Sea Search Armada, solicitan por vía de arbitraje o bien que le garanticen la explotación comercial del galeón o una indemnización de 10.000 millones de dólares por parte del Estado Colombiano en virtud de un acuerdo firmado hace 40 años. Colombia argumenta, sin embargo, que en ningún momento se concedieron derechos específicos sobre el galeón San José y que el pecio fue descubierto en 2015 y no por los datos facilitados por los cazatesoros.
Tampoco falta la parte la reivindicativa, anecdótica o grotesca, ya que al mismo tiempo, un grupo indígena local Qhara Qhara, una tribu indígena boliviana que afirma que el valioso botín del barco proviene de su territorio ancestral. En este sentido, recomendamos que los descendientes de los consignatarios y los que subieron el tesoro a bordo y quien arranchó la carga a bordo , también pueden pedir lo suyo...
Obviamente la discusión Tesoro versus Patrimonio es la más importante. La especulación sobre el valor de la carga del barco (oro, plata y esmeraldas) ha hecho que la solución del arbitraje internacional sea la preferida, por parte de los litigantes, fundamentalmente por España y conocido “postura habitual” del ministerio de Cultura y el Instituto de Patrimonio en cuestiones de reclamaciones acerca de patrimonio cultural e histórico expoliado o robado…
Arqueólogos submarinos, historiadores y expertos internacionales incluso colombianos, coinciden en el altísimo riesgo de una operación de rescate a casi 950 metros de profundidad y temen que intentar sacar el barco de su emplazamiento submarino, El San José podría quedar completamente destruido en el proceso, por lo que no quedaría nada que estudiar.
La empresa americana cazatesoros es la más lista. Han solicitado un arbitraje en este conflicto ante la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCINTRAL) y se llevará desde Estados Unidos, donde obviamente no es descartable que prevalezcan los intereses norteamericanos, por encima de los patrimoniales e históricos de España y Colombia. Es más, la empresa cazatesoros Sea Search Armada se mostraron contrarios. «Sería inadecuado que España participe en esta fase» con un 'amicus curiae', una presentación de argumentos u opiniones de un tercero ajeno a la disputa, señalaron. «Es una etapa muy tardía».
Sin esa capacidad ni recursos por parte de Colombia, a Petro no le queda otra opción que recurrir a una empresa privada para la extracción del pecio y repartirse el tesoro únicamente.
¿Deberá ceder la extracción a una empresa privada es cederla al mejor postor (comisiones ¿y sobornos? habituales incluidos). En las condiciones de reparto del tesoro?
Teniendo en cuenta que las próximas elecciones en Colombia son en 2026 cabría preguntarse ¿Por qué Petro tiene tanto interés en que la extracción la realice una empresa norteamericana incluso una petrolera?.