REDACCIÓN. El pasado 4 de febrero Vittorio Sgarbi, envío a la presidenta de Italia, Giorgia Meloni, su carta de dimisión como Subsecretario de Cultura en Italia.
La noticia no ha sorprendido a nadie, ya que las diversas investigaciones policiales abiertas contra el Subsecretario amenazaban con una propuesta de moción de Censura por parte de la oposición, prevista para el próximo día 15 de febrero, por una reportaje emitido en la televisión, en la que se explicaba la posible participación por parte de Sgarbi en el robo, falsificación y fraude de una obra de arte de su colección privada como ya se adelantó en Pecados del Arte.
No obstante ha sido otro reportaje del mismo medio Il Fatto Quotidiano el que habría sido el detonante propicio para adelantar la dimisión de Sgarbi, ya que el medio informó que el Subsecretario de Cultura había ganado alrededor de 300.000 euros en el transcurso de casi nueve meses realizando entrevistas televisivas, dando conferencias, presentaciones y demás actos.
Esto iría en contra de una ley de 2004 que prohíbe a quienes desempeñan labores de gobierno "ejercer actividades profesionales o trabajar como autónomos en materias vinculadas a su encargo", lo que ha provocado que La Autoridad de Competencia y Garantía del Mercado (AGCM), investigue el caso
Sgarbi no se ha ido discretamente, sino como suele hacerlo con declaraciones explosivas e insultos, así como amenazas a otros miembros del gobierno y denunciando una persecución que lo ha convertido en víctima, presentándo la cuestión como una cuestión de libertad de expresión.
Como decíamos antes, esta nueva acusación ha sido providencial para Sgarbi, ya que en la carta a la presidenta Meloni, no hace referencia alguna a su caso por delito aún más grave de robo, receptación, falsificación y fraude , asi como por trafico ilicito de arte.
La primera ministra Giorgia Meloni declaró al día siguiente: " parece correcta la decisión de dimitir tras la sentencia Antimonopolio y por tanto acepto la dimisión.