Hoy la cosa va de teatro. Otra de las artes y contra la que se cometen pecados y de los gordos, como indica la discreción con la que las llevan a cabo.
Lo del teatro y este país es una relación amor- odio. Tan pronto parecía que iba a desaparecer en las grandes capitales, como vive un resurgimiento sin precedentes. En este caso no hablamos del teatro como lo conocemos tradicionalmente: Autor y actores, sino del fenómeno Espectáculo Musical.
Hablo de lo que veo y conozco. En Madrid esto de los musicales empezó con el Rey León en 2011 y desde entonces ha sido un no parar de éxitos de cartelera y taquilla. Es encomiable esta renovada pujanza de la escena entre un publico especialmente joven, condenado a series de pago y tablet.
En un simple ejercicio de comprobación, hoy en Madrid se representan The Book Of Mormon, The Producers, Mamma Mía, El Fantasma de la Ópera, Los sueños de Elsa (Tributo a Frozen), Chicago, el musical, We Will Rock You, (el musical, en Madrid), Aladdin , el musical, Pretty Woman, Peter Pan, el musical, y así 49 espectáculos musicales más y por supuesto en incombustible Rey León.
Todos ellos de factura y procedencia extranjera donde el musical es un genero imprescindible y apreciado y seguramente contratado en prestigiosas ferias como Mercartes, lo que sin duda es una excelente señal de profesionalización frente a la subvención estatal, porque no se olvide que el teatro es un negocio en el que un empresario arriesga y hasta se arruina.
Cuando viví en USA y Reino Unido, descubrí hace años, muchos años, que el teatro era un innegable reclamo para atraer publico y turistas a las megapolis como Nueva York, Chicago o Londres. Las otras, las desconozco.¿Recuerdan Cat’s o el Fantasma de la Opera?. Turistas de fin de semana que acudían a las luces de la gran ciudad y luego regresaban a la monotonía de sus ciudades dormitorio y suburbios. Y en España, no podía ser de otra manera. La Gran Vía de Madrid es un gozo de luminaria y público anhelante. Como entenderán y lo digo de corazón me alegro un montón que las columnas vertebrales de nuestros jóvenes no se hallan calcificado por estar sentados frente a la tablet y la tele viendo series y más series.
Pero claro, también está la otra parte. La que es, la cuestión de fondo de esta columna. Hace unos días un amigo actor, puteado por la coyuntura, provisionalidad e incerteza en la que viven como faranduleros e intentando sacar la cabeza como interpretes me decía alborozado pero ingenuo, olvidando que hablaba con un cínico descreído (Alejandra Alloza me llama Dreams Breaker).
- ¡Soy el prota en un musical!
- Perdona muchacho. Tu nombre NO SALE ni en el cartel ni en la publicidad. Técnicamente tu no eres nada artísticamente hablando. NADIE sabe que eres el prota. Ni siquiera, que actúas en esta obra…
Ya sé que no son maneras y está claro que no serviría para notificar el fallecimiento de nadie, pero que coño. A ver si se enteran.
El actores parte integrante del proceso artístico de la interpretación junto al guión (autor), la dirección y muchos elementos más que confluyen en el arte de la escena.
Los espectáculos musicales que antes he mencionado son simplemente un proceso industrial, una fabrica de espectáculos, donde los actores son simples y anónimas piezas donde se escogen por su ingenio y su calidad interpretativa, entre otros. Pero eso no importa. El espectáculo teatral ha matado al actor que además ahora debe cantar y bailar.
Quizás yo sea muy viejo pero si voy a ver un espectáculo por ejemplo de Agustín el Casta en Cala Gamba, Mallorca, es porque se trata del Casta, y no de un simple Show de Comedia, que eso ya lo tengo con mis vecinos.
Si voy a ver Cinco horas con Mario al menos, quisiera saber si lo interpreta Lola Herrera o Elsa Pataki y valorar si vale la pena o no ir al teatro.
Poniéndome en plan cafre radical, es como si dijese: Aquí tienen el Guernica y omito quien lo pintó o menciono la canción Let It Be y me olvido de decir Beatles
Se lo creerán o no pero en ninguna publicidad de The Book Of Mormon, The Producers, Mamma Mía, El Fantasma de la Ópera, Los sueños de Elsa (Tributo a Frozen), Chicago, el musical, We Will Rock You, (el musical, en Madrid), Aladdin , el musical, Pretty Woman, Peter Pan, el musical, y por supuesto en incombustible Rey León dicen quien lo interpreta ¿Significa la deshumanización del actor?.
Yo no se siquiera si en el caso del Rey León y con tanto africano en el escenario, se ha llegado a un convenio con la Compañía Teatral de Bamako o Dakar, cosa que sería loable.
Mi amigo actor- anónimo (ya ven que antitesis) justifica ingenuamente diciendo que el espectáculo puede viajar con diferentes actores haciendo del mimo prota. De nuevo celebro el empuje empresarial que está sacando del marasmo y las tinieblas al musical que es un genero teatral.
Como soy zorro viejo, no quiero trasladar mi intuición ya que los actores, pobre gente viven como viven: Al día, pero no dejo de darle vueltas a la cuestión de la deshumanización del teatro como estrategia para no pagar los sueldos que se debiera.
Ya saben: Un actor cobra, un figurante con frase cobra muchos menos y al figurante apenas le dan un bocadillo de chopped y una cerveza.
¿En que categoría están los actores- cantantes-bailarines de un musical, si no se sabe quienes son?.
Desgraciadamente al publico parece que no le importa. El Homo Ludens ha superado al Sapiens
Así que creo que el próximo espectáculo al que iré, será el próximo 22 de diciembre al Sorteo de la Lotería Nacional del Gordo.
Al menos, tengo claro quien interpreta.