REDACCIÓN. El reciente robo en el British Museum es sólo la punta del iceberg de una serie de latrocinios más , perpetrados supuestamente por el mismo personaje, el conservador del departamento de Grecia y Roma Peter Jonh Higgs.
De la noticia del diario inglés se desprende que Higgs , empleado en el puesto desde 1993 hasta 2023 habría podido robar supuestamente entre 1.500 a 2.000 piezas.
De hecho ha sido una investigación interna del museo la que ha destapado que Higgs al menos ha estado vendiendo su a través de Ebay, desde 2016. Teniendo en cuenta que la plataforma funciona desde 1995, no es de extrañar que haya sido desde este sitio donde haya podido ir vendiendo el resto de piezas por decenas de millones de libras, dato que no está definitivamente confirmado y que además puede ser especialmente difícil de cuantificar, ya que el chorizo, no tenía una política comercial de precios establecida. Por ejemplo, un objeto romano, 2.000 años de antigüedad y valorado en 50.000 libras esterlinas, supuestamente se vendió por 40 libras esterlinas en la tienda virtual. Higgs eliminó de los archivos y catálogos museísticos artículos de la colección, sin ser detectado.
Más allá del robo, está las siguientes preguntas: ¿Desde cuándo se están llevando a cabo los robos? ¿Cómo ha sido posible en un Museo como El British Museum? ¿Está capacitado el British como depositario de su valiosa colección?
Paradójicamente en una entrevista en el SUNDAY TIMES en 2002, el propio Higgs habló sobre los procedimientos del museo y no tuvo ningún reparo en reconocer la laxa seguridad de los archivos y de los depósitos del British: “Ahí abajo, es un caos” declaró cínicamente o ¿Ya era un aviso de lo que estaba por venir ?.
El robo ya ha supuesto la dimisión del director del museo Hartwig Fischer, Christos Tsirogiannis, el experto griego sobre Tráfico Ilícito de Antigüedades de la Cátedra de la Unesco dice que el robo del Museo Británico es "probablemente el peor caso hasta ahora. Uno no espera que eso suceda en un museo” y los países que están reclamando piezas al British se están frotando las manos, ya que si hasta ahora los argumentos empleados por el museo británico para no devolver las piezas, han sido la falta de garantías para su conservación por parte de los demandantes, ahora pueden cuestionar al museo, la misma capacidad de conservación y seguridad que exige el British Museum.