REDACCIÓN. Según informa la edición de Castilla León de EL DEBATE, El Ayuntamiento de Segovia ha denunciado a un ciudadano por arrancar una piedra del Acueducto y ponerla a subasta por redes sociales con un precio de salida de 1.000 euros.
Por lo visto, el vándalo, autoproclamado Activista, ha querido dar una lección contra la inacción del Ayuntamiento y, por ello, se enfrenta a un delito contra el Patrimonio que el Consistorio ha puesto en conocimiento de la Junta de Castilla y León y de la Fiscalía.
Al parecer, el meta-justiciero le dio al Consistorio un plazo de tres meses para reclamarla y devolverla a su lugar de origen de manera gratuita, de lo contrario se la llevaría el mejor postor.
Para demostrar que se trataba de un granito que formaba parte del Acueducto este subastador tenía vídeos donde mostraba el proceso desde que la piedra quedaba suelta, hasta que acababa en el suelo.
El fondo del asunto se trataba de la protesta de un activista En este sentido, la subasta de una de las 20.400 piedras que forman parte del Acueducto fue cancelada.
Cabría preguntarse si la iniciativa reivindicativa no puede despertar un efecto llamada entre otros “justicieros” o directamente expoliadores.
Desde el Ayuntamiento, se recordó la ilegalidad de este hecho, así como otros que cometen los turistas que visitan Segovia, como tocarlo, apoyarse o subirse en el Acueducto.
El concejal de Patrimonio ha explicado que están trabajando en una campaña divulgativa para que todo aquel que esté cerca del Acueducto sepa que está «bien protegido y vigilado», así como lo que no se puede hacer. Según ha relatado González-Salamanca son recurrentes las sanciones a aquellos que no respetan el monumento.
Asimismo, ha apuntado a que el diseño de esos paneles informativos ya está realizado y en un plazo de dos meses tienen intención de que queden instalados, medida que no se entiende se haya tomado antes , por otra parte.