En un robo masivo, la recuperación es mucho más complicada y hace que sea mucho más facil su dispersión y reventa en plataformas OnLine.
REDACCIÓN . Según informa el OAKLANSIDE , el pasado 15 de octubre, este museo californiano sufrió un robo en el que desaparecieron más de 1.000 objetos de su colección.
El Departamento de Policía de Oakland anunció que está trabajando con el Equipo de Delitos de Arte del FBI para investigar el robo perpetrado antes de las 3:30 de la madrugada del 15 de octubre, en el que uno o varios sospechosos irrumpieron en el depósito externo de la colección del museo y robaron más de 1000 objetos, entre ellos joyas, ordenadores portátiles, cestas de nativos americanos, daguerrotipos y otras piezas arqueológicas, informó la policía.
La directora del museo, dijo que el personal del almacén se enteró del robo cuando llegaron a trabajar la madrugada del 16 de octubre. No había ningún empleado en las instalaciones cuando ocurrió el robo, aunque el edificio cuenta con cámaras de seguridad y alarmas. El depósito alberga una gran cantidad de piezas de la colección del museo. Muchos de sus objetos están disponibles para investigadores, académicos y otras instituciones, negándose a proporcionar la ubicación exacta de la instalación de almacenamiento.
“Creemos que se trató más de un delito de oportunidad (impulsivo y sin planificación) y se descarta un robo organizado ”, ha asegurado la directora, señalando que la mayoría de los artículos robados eran pequeños y abarcaban desde objetos históricos hasta obras de arte. Al preguntar por qué el museo y las fuerzas del orden han comunicado el robo dos semanas después de ocurrido, la directora dijo que no querían poner en peligro la investigación “Robar en un museo es un delito federal y el FBI, y nos informaron que este era el momento oportuno para compartir esta noticia con el público”.
Esta no es la primera vez que roban en el OMCA. A finales de 2012 y principios de 2013, el museo sufrió dos robos distintos. Andre Taray Franklin, sospechoso en ambos casos, fue condenado en 2014 a cuatro años de prisión por posesión ilícita y venta de un joyero de la época de la Fiebre del Oro valorado en 800.000 dólares, robado del museo de Oakland , entre otros objetos.
La el Ayuntamiento de Oakland también participa en la investigación, ya que la colección del museo, compuesta por más de dos millones de objetos, es propiedad municipal. Añadió que se siente optimista respecto a la investigación que llevan a cabo el FBI y el Departamento de Policía de Oakland (OPD).
La realidad frente al optimismo
No obstante esa opinión optimista de la directora, no la comparte un capitán retirado de la policía de Los Ángeles, responsable de la unidad que investiga este tipo de delito no ha dudado en afirmar que si el robo se llevó a cabo sin activar las alarmas ni alertar a seguridad, es posible que la persona o personas responsables tuvieran información privilegiada. El hecho de que el robo se produjera en un almacén externo también sugiere que el o los sospechosos tenían acceso a información confidencial.
Dado que el robo tuvo lugar hace dos semanas, es muy probable que muchos de los objetos se hayan vendido yá. Los ladrones de bienes culturales suelen intentar deshacerse del botín antes de que se corra la voz del robo.
El ex policía cree que el destino de las piezas será el mercado OnLine, por ello espera que los detectives examinarán detenidamente plataformas como Craigslist y eBay, así como grupos que coleccionan antigüedades o artículos históricos. También asegura que si bien, los objetos culturales de importancia que son robados, son difíciles de colocar o revender y un gran número de artefactos menos conocidos podría facilitar la reventa del botín.