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Informe sobre los delitos que afectan a los Bienes Culturales 2020 de INTERPOL

rutas internacionales   en el tráfico ilícito de arte.
rutas internacionales en el tráfico ilícito de arte. (Foto: ©INTERPOL)

Las redes internacionales del tráfico ilegal de Bienes Culturales

El Intermediario es la figura clave en el entramado. Desde su origen al destino final

Por Redacción
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admincibelesnet/5/5/13
cibeles.net
jueves 21 de julio de 2022, 11:19h
España ocupa un lugar destacado en el tránsito internacional
Probablemente el lector todavía mantiene una idea un tanto ambigua sobre esto del contrabando o el tráfico ilícito de arte, objetos expoliados y bienes artísticos.
Poder explicar la dimensión de estos delitos no sería posible sin la ayuda que proporcionan los informes anuales elaborados por INTERPOL. Como organización intergubernamental cuenta con la colaboración de 194 países miembros. Entre otras funciones la organización ayuda a la policía de estos países a colaborar entre sí facilitando el intercambio y acceso a información sobre delitos y delincuentes. También les también se apoyo técnico y operativo de diversa índole.
De acuerdo con el último Informe de Interpol “Informe sobre los delitos que afectan a los Bienes Culturales (2020)” publicado en septiembre de 2021 nos puede ayudar a comprender el concepto de “transglobalidad” o dimensión global de estos delitos en el que países y continentes enteros, pueden ser simultáneamente zonas de origen, tránsito y destino de objetos robados.
El tráfico ilícito de bienes culturales perjudica el patrimonio colectivo mundial, ya que estos bienes representan la expresión singular del legado de las civilizaciones y generaciones pasadas que constituyen un pilar fundamental de la historia de un país. Estos delitos también están estrechamente vinculados con la opresión y la persecución en determinadas sociedades, y están reconocidos como crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional.
Delitos que no distinguen entre credos o ideologías
Según el informe la inestabilidad política y los conflictos armados son circunstancias que crean un entorno favorable del que se aprovechan las redes internacionales criminales más consolidadas y prácticamente organizadas por intermediarios. Por tanto, es fundamental la participación activa de grupos de delincuencia organizada. Sin ellos y sin sus complejas estructuras este contrabando masivo no sería posible.
Estos grupos criminales son en sí mismos una gran amenaza ya que a menudo son los promueven, cuando no directamente, cometen robos y saqueos, trasladan bienes adquiridos ilícitamente y los venden. En zonas menos desarrolladas estas actuaciones a menudo degeneran en auténticos crímenes de sangre y muerte.
Estos grupos operan sobre la base de la demanda del mercado de cada región, y centran sus esfuerzos en categorías de objetos y demandas específicas en función de los compradores ubicados en la zona geográfica de su competencia.
Según lo indicado en las últimas ediciones de este informe, los tres métodos que facilitan el tráfico y contrabando de bienes culturales en todo el mundo son las siguientes:
  • Ocultación en el equipaje de viajeros
  • Transporte con documentación falsa
  • Ocultacion en otros objetos


En este contexto INTERPOL destaca que, pese a la importancia fundamental que revisten las inspecciones de documentos, esta técnica no se utiliza de manera generalizada como método de detección de objetos robados.
Aunque no se hace mención de ello, no debemos descartar cuestiones como la permisividad o laxitud de las autoridades locales o directamente la corrupción de grupos policiales organizados en algunos países. Así el modus operandi de los grupos de delincuencia organizada varía de una región a otra.
Una enmarañada red con unos destinos claros: Estados Unidos, Europa y países del Este
Europa es el lugar de destino de objetos procedentes de la mayoría de las demás regiones del mundo. Y a su vez los objetos culturales procedentes de Europa circulan por la región o se transportan a Norteamérica o a países del Este, aunque hay otros países como destino final como China, países de Oriente Medio e Iberoamérica donde las nuevas fortunas se sienten tentadas a participar en este delito.
Los países africanos comunicaron que por lo general los objetos de su territorio se exportan a otros países de la región, así como Norteamérica, Europa y Asia Oriental.
Los objetos procedentes del Próximo Oriente de zonas inestables o en conflicto se exportan a Europa (donde se quedan, son depositados o reexportados a otros lugares) pasando por rutas detectadas en Europa Oriental y, en algunos casos, se reenvían de nuevo a otros países del Próximo Oriente.
Los bienes robados en países americanos se transportan a otros países de la región o a Europa, ya sea directamente o siguiendo rutas que pasaban por otros países del continente en un viaje de ida y vuelta.
Situación similar se da en países asiáticos. Ese patrimonio cultural circula por la región o se llevaba a Europa y Norteamérica pasando por rutas de la zona sudoriental del continente.
Grupos delictivos organizados e intermediarios
En general, los delincuentes que operan en el plano nacional suelen ser originarios del país, aunque también ha habido personas de países limítrofes que han participado en estos delitos. Ahora bien si se desea acceder al plano internacional, los grupos delictivos organizados son los que se encargan de exportar e importar los objetos entre diferentes países a través de sus redes, complejas y altamente especializadas.
En este sentido INTERPOL considera interesante el hecho que tanto individuos por su cuenta como los grupos de la delincuencia organizada no trabajan solo de manera oportunista o indiscriminada (es decir, robando el mayor número posible de objetos o llevando a cabo excavaciones ilícitas en distintos yacimientos), sino también por encargo de coleccionistas que desean poseer objetos específicos, aunque de nuevo, por mediación del intermediario que es quien selecciona y encarga el tipo de objeto o bien cultural más deseado o demandado.
En este contexto, la figura del intermediario es una figura básica. El intermediario suele ser un experto en la materia. Los intermediarios encargan el robo de objetos, o reconocen entre los objetos ya robados o extraídos de excavaciones ilícitas las piezas más importantes que se deberán entregar a coleccionistas extranjeros.
Por tanto, el Intermediario será fundamental en este proceso criminal sobre todo por sus relaciones en el mercado, tanto lícito como ilícito, legal o criminal. Llegando incluso a trabajar y operar a veces “camuflado” en galerías y salas de subastas e instituciones como recientemente hemos publicado en las noticias relativas a las compras de restos arqueológicos por parte Louvre de Abu Dhabi a través de personajes relacionados con la Agence France-Muséums (AFM)asesora a su vez del Louvre de Paris.
Desafortunadamente el intermediario, a menos que arrastre actuaciones anteriores (o tenga antecedentes) será el agente más escurridizo en este proceso a la hora de desenmarañar una red delictiva. Habitualmente el intermediario provee de documentación falsa (Provenance) a las piezas lo que dificulta su identificación original, a menos que existan evidencias documentales previas.
Por último y de acuerdo con el gráfico, destacar la importancia de nuestro país, como lugar de tránsito y deposito entre países, sin olvidar lo que nosotros mismos expoliamos y exportamos...
Fuente e imágenes: “Informe sobre los delitos que afectan a los Bienes Culturales (2020)” © INTERPOL

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