No sé si porque el chico es un chulo arrogante o porque simplemente es nuevo en el cargo, se le ha prestado demasiada atención a las bravatas del joven Urtasun.
He escrito anteriormente que lo preocupante del chico, no es que plantee nuevas ideas , sino que sus supuestas ocurrencias ya se han presentado anteriormente con mejor o peor resultado y por tanto, o no tiene ni putaidea por donde pisa o simplemente ha reescrito lo mismo con una semántica y postureo más incendiario. Más de encabrone.
Esto de cambiar semánticamente los contenidos de los proyectos (un refrito, vamos) no es nuevo en el mundo empresarial. Solían hacerlo los fichajes incompetentes impuestos a dedo por el presidente de la empresa. El director general “acataba” y colocaba si o si al “nuevo”, independientemente de su curriculum, ya que primaban otras consideraciones más personales y por tanto indiscutibles: Ser el hijo bastardo del presidente, la amante del presidente, el hijo tonto del socio del presidente o el futuro yerno incapaz del presidente, etc.
A menudo olvidamos un texto que no ha perdido vigencia desde su publicación: el Principio de Peter (1969) de Laurence J. Peter de la Universidad de California, y que parece ser libro de cabecera de los presidentes de gobierno de España desde 1976 para superar la Incompetencia y gestionar la Jerarquiología en sus pesebres gubernamentales también llamados administraciones.
Urtasun el Bravo no ha planteado nada que no hiciese al anterior, Iceta the Dancer, pero si le ha dado la vuelta al calcetín semántico del asunto, llegando a términos tan enrevesados que ni el mismo comprende y que sólo se entienden si proceden de un oriundo del cono sur como el argentino Pisarello. Recomiendo las definiciones que sólo puede dar un argentino de: Subconsciente, chocolatina, preservativo o supositorio.
Por poner un ejemplo más o menos fácil: La Descentralización de los Museos en España.
Esta cuestión está en el candelero político desde hace años, cuando la cesión de competencias de cultura y patrimonio a las CC.AA en 1987. Lejos de convertirse en un principio lógico (como el mismo principio de Comunidad Autónoma) de recolocar las piezas y obras de arte en su contexto natural y geográfico para comprender su estudio, el asunto se transformó en una cuestión ideológica.
La historia de los museos en España es la historia de los Museos estatales que hoy comparten protagonismo con los museos autonómicos. Políticamente la marca “museo Estatal” revela mucho más que unos vínculos con el Estado.
En su momento la cuestión de Descentralizar museos se aceptaba, siempre y cuando las autonomías tuviesen capacidad de financiación de sus propios museos, sobretodo en cuestión de infraestructuras y adquisiciones, Es decir pudiesen crear museos y comprar piezas con su dinero. Ya hemos visto que esto del dinero de las autonomías y del Estado es una cuestión complicado y por eso, se prefirió dejar el asunto en Stand By.
Otra cuestión es que si se cedían las piezas a los museos autonómicos, los museos estatales no perdían su titularidad de las mismas, ya que de momento forman parte del Patrimonio Histórico Cultural de España. Es decir, que aunque la Dama sea de Elche, Alicante forma parte de España y Costix en Mallorca sigue siendo territorio nacional y esto parece que tampoco gusta. ¿Pasa entonces la Descentralización museística a ser una restitución? .
Teniendo en cuenta que las restituciones se hacen de país a país, a ver si con este planteamiento por fin entendemos la otra majadería de Urtasun el Intrépido ¿Lo de Superar el Marco Colonial, se referiría en realidad, a que las Comunidades Autónomas realmente son colonias sometidas por España?.
Es importante destacar que el principio “Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita” es intrínseco al concepto de CC.AA. en España, como el del Principio de Peter: "En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”
Espero la próxima entrega de la serie, que promete ser tan entretenida como la cuestión del British y los mármoles, sobretodo por los barrizales en los que se mete el muchacho.
Como se ve lo de reescribir los proyectos o hacer un refrito de ellos tiene el problema básico de no haberlos leído previamente. Sólo la osadía del incapaz, sabedor que es intocable por ser el bastardo , la amante, el hijo del socio o el futuro yerno, le faculta para presentarlos y esperar la palmadita condescendiente del presidente de la empresa, excusándolo ante los demás con la mirada diciendo. “Es buen chico, pero todavía le falta un poco. Ya me entienden…”
Si (
No(
