Jorge Llopis - Esta semana, el arqueólogo italiano Gianfranco Adornato, profesor de arte y arqueología griega y romana en la Scuola Normale Superiore de Pisa, ha declarado que una "parte sustancial" de los 60 artículos saqueados devueltos a Italia a principios de este año desde los Estados Unidos, son falsificaciones “fácilmente reconocibles y esperemos que nunca se exhiba en los museos italianos”.
Los 60 artefactos arqueológicos supuestamente saqueados de yacimientos Italianos traficados y adquiridos por personalidades de la sociedad y el arte norteamericanos , fueron repatriados en enero en un gran despliegue mediático con dos grandes beneficiarios: Albin Bragg, Fiscal del Distrito de Manhattan y la unidad de patrimonio cultural de los Carabinieri (CTP). Cada uno sabrá con que objetivo...
La mayoría de las obras se han expuesto inicialmente en el Museo dell'Arte Salvata que se inauguró el año pasado en un espacio en las antiguas Termas de Diocleciano.
Los objetos, entregados por funcionarios estadounidenses a sus colegas italianos fueron repatriados gracias a una investigación de tráfico internacional dirigida por el Fiscal del Distrito de Manhattan y los Carabinieri. No obstante, las autoridades italianas no han revelado las colecciones o propietarios de estas piezas. En el caso norteamericano, desde Pecados del Arte hemos dado información directa de la Fiscalía y la mayoría de ellos además de estar vinculados ya sea por la procedencia o el procedimiento de adquisición, son casos todavía abiertos y por tanto continúan investigándose, por tanto hay una lógica, en no desvelar toda la información en su totalidad.
No obstante la pregunta que deberíamos hacernos es otra. En el caso de las piezas y objetos incautados en Estados Unidos, la mayoría pertenecían a personalidades que las cedieron al Metropolitan de Nueva York ¿En ese momento el MET no investigó las piezas?
Esta semana pasada publicábamos como el forense arqueológico Christos Tsirogiannis denunciaba que al menos, una de las 351 piezas procedentes del fondo criminal de Robin Symes y que el gobierno griego ha tardado casi 17 años en recuperar, era falsa.
Las falsificaciones en el mundo del trafico y venta ilegal de antigüedades es inherente a este delito. Probablemente aparecerán muchísimas más piezas falsas en estos dos grandes lotes confiscados y restituidos. Por tanto, es cuanto menos curioso, que grandes expertos como Adornato y Tsirogiannis, planteen el descubrimiento de estas falsificaciones como errores de las autoridades reclamantes, cuando lo más probable es que continúen investigando y descifrando el comportamiento estas redes internacionales y sus vinculaciones con el expolio, el traficó ilícito y por supuesto el fraude, ya que tan crimen es el expolio como el fraude.
La investigación criminal tiene su proceso, a veces muy largo y siempre en proporción a la complejidad del delito y las redes de crimen organizado que los llevan a cabo.
Tsirogiannis y Adornato parecen haber olvidado que las operaciones policiales, de momento han identificado a una parte de la cadena. Al traficante y vendedor (Robin Symes) y a los compradores de los objetos requisados a coleccionistas americanos, como decía antes la cuestión sería la anterior.
La cuestión sería otra ¿También engañaron a los expertos del Metropolitan?