En las últimas semanas nos hacemos eco de las chapuzas y delitos de algunos de ellos. Algunas son más sonadas que otras, como el caso del director pedófilo del Lutz Children’s Museum de Manchester (Connecticut) que hacia sus guarrerías en el puesto de trabajo o como la del gerente de mi añorado Art Institute de Chicago, que ha metido la mano en la caja durante más de diez años o la del bestia del museo de Melitopol justificando el expolio ruso del oro escita ucraniano.
Luego han llegado noticias como la renuncia o no (no se sabe muy bien que coño requiebros) del director del Reina, Manuel Borja- Villel, justo después de que ABC publicase o más bien destapase una situación irregular de contratación que el diario no duda en clasificar, después de un exhaustivo análisis en el Tribunal de Cuentas, como un más que probable “Fraude de Ley” por la supuesta sucesión sistemática de contratos irregulares desde 2012, y que otros clasificarían como un simple limbo administrativo. Eso sí, con un sueldazo bruto anual de 128.961 €...Eso sin contar que las feministas también se han quejado por no cumplir con la Ley de Igualdad por no equiparar las compras de obras del museo entre las de artistas masculinos, femeninas, binarios o ageneros. Eso si que me preocupa de verdad y me parece, sería la causa más probable de la renuncia de Borja-Villamiel. No haber cumplido con los objetivos del señorito.
A ver, delitos contra el arte estrictamente no son sino más bien errores o cafradas internas de bulto que llevan a cometer delitos de verdad. Si me apuran en el caso de los museos americanos, la cosa es hasta diferente. Son instituciones privadas y allá ellos qué head hunters de mierda tienen al frente de recursos humanos que contratan a semejantes gilipollas. Pero claro, cuando hablamos de museos estatales la cosa cambia: ¿No les parece?.
Recuerdo que todavía no ha terminado la saga del Louvre de Paris. Su ex presidente, Jean Luc Martínez, y sus implicaciones (o no, pero me huelo que si…) en el fraude sistemático a la franquicia que tiene el museo en Abu Dhabi y que gracias a empresa semi publica, Agence France Muséums, les han colocado morralla fina.
O la mamarrachada del director del Museo de Nacional de Eslovenia, Pavel Car con su exposición con obras falsas porque “no hay nada tan triste como un museo con las paredes vacías” (sic o palabrita del Niño Jesús).
Y no tengo nada que decir ,por supuesto, del director del Hermitage, Mikhail Piotrovsky y su opinión sobre el saqueo ruso en los museos ucranianos, no sea que este humilde servidor termine con un supositorio de polonio.
Y ya advierto que lo del British Museum es lo mejor: Es una institución privada pero con un reglamento interno solamente modificable por el Parlamento. The things you’ll see, Sancho my friend...
¡Y eso que sólo empezamos a publicar en junio pasado!
!Y Dios me libre pensar que nuestro Borja-Villel sea un mimado del gobierno por cuestiones políticas o ideológicas, y más si quien lo puso en el cargo fue el señor Wert del PP!. Aunque claro, los únicos que sabían de arte en el PP eran aquel coleccionista y Secretario de Estado de Cultura que estuvo casado con la Batet y aquel multi ministro del PP expulsado del Foro Asturias…
Entiendo que alguno se pregunte ¿Cómo es que un director de museo gane más que un Presidente de Gobierno (90.010 € anuales)?. También es comprensible que alguno se pregunte sí lo adecuado para el puesto, no sería una oposición interna entre los funcionarios técnicos superiores del ramo, ya que se trata de una institución publica. De hecho, entiendo al que se pregunta simplemente, ¿Cómo es que el director de un museo estatal de primer nivel, ni siquiera sea funcionario más allá de un curriculum nutrido y pijo?. Como el mío, vamos…Y dejamos la última pregunta para los más ingenuos: ¿Cómo un director de museo estatal que va a cesar “colocaría” a 11 colaboradores de confianza con un puesto fijo? . Aunque bien pensado me parece más bien una venganza, por qué menuda vergüenza es que te “señalen” los compañeros por el pasillo, ¿no?...
Estas cosas pasan en los museos estatales que para algo son del Estado y la casa es fuerte, ¡Que coño!...
¿Ven porque no nos gusta hablar de directores de museos?. Porque hablaríamos de otros pecados. Los de la política y esos sí son feos de verdad o parafraseando a un amigo valenciano muy “salao” : El Arte es la excusa.