REDACCIÓN; El republicano James Comer, Presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha exigido al marchante James Corner de la Galería Bergés, que presente ante este comité la facturación de uno de sus artistas representados. Se trata de Hunter Biden, hijo del Presidente Joe Biden. También se exige que se presenten todas las comunicaciones entre la galería, Hunter Biden y la oficina de Joe Biden.
El congresista sospecha abiertamente de un evidente caso de tráfico de influencias. En su requerimiento al galerista el republicano expone:
“Su acuerdo con Hunter Biden plantea serias preocupaciones éticas y cuestiona sí la familia Biden está nuevamente vendiendo influencias. A pesar de ser un artista novel, Hunter Biden recibió cantidades exorbitantes de dinero por la venta de su obra de arte. Las identidades de los compradores siguen siendo desconocidas y usted parece ser el único encargado del registro de estas lucrativas transacciones”.
“Es preocupante que el hijo del presidente Biden sea el destinatario de transacciones anónimas de alto valor —potencialmente de compradores extranjeros— sin responsabilidad ni supervisión (aparte de usted). El pueblo estadounidense merece transparencia con respecto a ciertos detalles sobre las transacciones de Hunter Biden”.
En 2021 el congresista republicano de Florida Mike Waltz presentó un proyecto de ley llamado “PAINTER ACT”. Una propuesta diseñada esplicitamente para el artista y al posible trato de influencias y en la que se requería que "Los presidentes (y vicepresidentes) actuales y futuros divulguen las finanzas de sus hijos adultos”.
Hunter Biden no es un artista conocido, al menos hasta 2021 cuando la Galería Bergés puso en marcha su primera exposición que constaba de 25 obras, con el titulo “De regreso a casa” con obras sobre lienzo, metal y papel Yupo japonés.
El artista de 52 años con una pasado profesional en el mundo de los negocios y una turbia adicción los estupefacientes, inició su carrera artística de cero, absolutamente loable pero que ha despertado las sospechas.
La obra del artista se está vendiendo desde los 55.000 hasta 500.000 dólares. Los críticos han expresado su preocupación ante la preocupante posibilidad de que lobbistas , funcionarios extranjeros e “intermediarios conflictivos” puedan intentar comprar sus obras para ganarse el favor de la Casa Blanca.
Para acabar de arreglar el embrollo y en vez de plantear una línea de transparencia, en julio de 2021 el Washinton Post comunicaba que la Casa Blanca había llegado a un acuerdo con el marchante de Nueva York sobre CÓMO y a QUIÉN se pueden vender las obras de arte de Hunter Biden. Según este pacto, el galerista de Biden, Georges Bergès, mantendrá la CONFIDENCIALIDAD respecto a toda la información relacionada con las ventas del artista, incluidos los precios y las identidades del comprador y las partes interesadas.
El galerista ha comentado: “Sé que hay mucha política involucrada en este momento, lo cual es una pena porque su trabajo (El de Hunter Biden) no solo es bueno, es importante. Hunter Biden, a través de su arte impactará la cultura y nuestro discurso de una manera que siempre he creído que debería hacerlo el arte”.
Muy sutil. No se puede expresar de mejor manera...
Suponemos que con esta noticia el FBI, va a prestar más atención a Pecados del Arte.
Si (
No(
