Hace ya doce años que doña Cecilia Gímenez se libró por lástima de la demanda que interpusieron los herederos del profesor Elias Gracia Martinez, autor del fresco del Ecce Homo que se hallaba en el Santuario de la Misecordia de Borja, en Zaragoza. La reclamación era simple. La buena señora se entretuvo en “restaurar” el fresco a la buena de Dios sin consultar y a las bravas. El resultado fue la inmortalización de Kiko Rivera alias Paquirrin ya que la restauración es clavada a él.
La obra origina no era gran cosa la verdad, estaba en un estado lamentable como miles de obras desperdigadas y sin control por ermitas e iglesias de España pero tenía sentido y sobre todo, autor.
La noticia saltó en verano y salvó muchos informativos y portadas en un momento de sequedad informativa convirtiéndose en lo que se llama en el argot ”serpiente de verano”, similar a otro esperpento veraniego llamado Leticia Sabater . La cosa es que la hazaña de doña Cecilia trascendió a nuestras fronteras y aquel verano mucho turista de fin de semana aburrido acudió en masa al pueblo.
Se calcula que Borja ha recibido semanalmente desde entonces a más de 3.000 visitantes a la semana por lo que la Diputación Provincial lo promociona en FITUR con Ecce Homo/Paquirrin como reclamo, incluyéndolo entre las obras de arte a visitar en la provincia junto a las de Goya.
No se sabe si los visitantes vienen a ver el bodrio realizado y reírse de lo que somos capaces los españoles con nuestro patrimonio artístico o si por otro lado el Club de Fans de Paquirrin es más numeroso de lo que temíamos, que todo puede ser en esta España que no deja de ser Cañí, a pesar de los intentos de dar lustre a nuestra cultura intentando superar el La La Lá de Masiel y las hazañas del ministro Ernest Urtasun.
Tazas, camisetas y un largo etcétera de merchandasing con la cara de Paquirrín/EcceHomo , que al final es lo mismo, porque el muchacho ha sufrido lo suyo por los excesos de todo tipo incluyendo el abandono materno culminó en 2012 cuando una firma de puzles internacional lanzó una edición de 1.000 piezas con el slogan “¡Ahórrate un viaje a Borja, España!”.
La cosa se ha complicado. Ahora la marca ADIDAS ha sacado una línea de sus míticas zapatillas STAN SMITH con la cara del Ecce Hommo más Paquirrinesco que nunca.
Está claro que tanto merchandasing ha proporcionado pingües beneficios por Derechos de Autor, aunque sea un bodrío y una burla soterrada a la incultura de los Borjanos, la pregunta es ¿Quién los cobra? ¿Doña Cecilia Gímenez? ¿ Kiko Rivera alias Paquirrin? ¿Qué dice Hacienda de todo esto?.
La señora Gímenez es mayor y dios no lo quiera, el día menos pensado nos da el disgusto ¿Serán entonces los herederos de la restauradora chapucera y autora en definitiva, quienes se beneficiarán de ello? ¿Se debería crear un Comité o Fundación Ecce Homo para gestionar estos derechos?.
Ustedes se ríen pero el asunto es real y en absoluto baladí. El esperpento de Borja es muy lucrativo. Ambos engendros se parecen demasiado y no sería la primera vez que algún tuercebotas reclama derechos por apropiación de imagen. También es cierto que Paquirrin va justito y tiene las entendederas justas para pasar el día (o la noche), pero las lagartas y buitres de los que se rodea, viven de este tipo de asuntos.
Está claro que si Paco Martínez Soria viviese, la película “El turismo es un gran invento”, hoy se rodaría en Borja y las BUBY GIRLS palidecerían ante el atractivo innegable patrimonial del Ecce Homo Paquirriniano y la astucia de Don Benito, el genial alcalde.