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PUNTO MUERTO

'El Sermón de la Montaña' de Frans Francken, Se vendió a Hitler, pero se desconoce quien fue el propietario original
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"El Sermón de la Montaña" de Frans Francken, Se vendió a Hitler, pero se desconoce quien fue el propietario original (Foto: © NYT)

Restituciones del Expolio Nazi ¿Y cuándo no hay herederos?

Estos casos son frecuentes con obras saqueadas hace más de 85 años

lunes 25 de septiembre de 2023, 10:46h

Todo tiene un dueño y por tanto herederos. No obstante a veces, o ya no viven o no saben que son herederos.

Jorge Llopis-

Los procesos de restitución de las obras saqueadas por los nazis desde 1934 hasta 1945 han evolucionado favorablemente desde la creación en 2010 de los registros de este tipo de obras. Desde entonces museos y salas se subastas han podido en algunos casos identificar a los primero dueños. Aunque en muchas ocasiones, eso todavía no es posible.

Esta circinstancia ha provocado que muchas de las obras que todavía estén depositadas en muchos museos europeos sean sospechosas de proceder del expolio nazi, pero que no se sepa a ciencia cierta de quien eran propiedad originalmente.

Desde luego el factor tiempo ha sido determinante. Independientemente de que los propietarios en el caso de ser judíos, sobreviviesen o no a la persecución, no hay que olvidar que aquello sucedió en el mejor de los casos en 1944 (79 años). Si hablamos de obras saquadas en 1934 , el asunto nos aleja en 85 años desde aquel entonces. Es decir prácticamente tres generaciones después. Si la familia directa falleció al completo y sin descendencia, los herederos seberían ser los familiares más próximos o sus descendientes, eso siempre que éstos lo supieran o tengan conocimiento que existían esas obras.

Hasta la fecha son los propios interesados (familiares o herederos) quienes han descubierto que una obra estaba en determinado museo o que podía salir a la venta en subastas. En ese caso si ha sido posible al menos, iniciar una reclamación.

Pongamos un ejemplo: El “Sermón de la Montaña”, de Frans Francken el Joven, una pintura que se supo que formó parte de la colección privada de Hitler y destinada al Führermuseum que esperaba construir en Linz, Austria. En el caso de esta pintura, se sabe que la pintura fue comprada por Hitler a Hildebrand Gurlitt que a su vez la adquirió a un intermediario con el que frecuentemente hacía negocios en la Francia ocupada en 1943, pero se desconoce la identidad del vendedor/propietario.

La obra en cuestión se depositó en una instalación adyacente junto a otras 1.499 obras más. No obstante a finales de 1945 los desesperados habitantes de Munich saquearon el depósito durante dos días en abril de 1945. Se robaron unas 700 obras de arte. Muchos fueron recuperados en las semanas posteriores al saqueo, pero unos 400 seguían perdidos, entre ellos, el “Sermón de la Montaña”.

En 2009 la obra apareció por casualidad en un programa tipo “Cazasubastas” de la televisión alemana. Como sucesor legal del régimen nazi, el gobierno alemán intentó reclamar la obra. Pero un tribunal lo devolvió a los últimos poseedores del cuadro, la familia del vigilante de un cuartel del ejército alemán que había vivido en Munich en 1945. El tribunal dictaminó que la familia no sabía que había sido robado, que lo había adquirido en buena fe por herencia y, por tanto, tenía derecho a poseerla según el derecho alemán. Los familiares dijeron que no sabían de dónde lo había sacado el cuidador

La heredera del cuadro desdendiente de este vigilante, cuando se enteró de su origen quisó devolverlo, pero ¿A quién?. Se trata de una anciana de 80 que vive en un residencia y no quiere que este problema pase a sus hijos; Quiere que se resuelva, sino el proximo 21 de septiembre esta obra se pondrá en venta en la Sala de Subastas Neumeister de Munich.

Un caso similar pasa con el resto de la llamada colección Gurlitt que fue incautada por la policia alemana en 2012 a su hijo y que estaba formada por casi 1.200 piezas. Los investigadores han identificado sólamente 9 obras de la colección como saqueadas por los nazis. Otras 208 obras han quedado libres de toda sospecha. Hasta ahora no se ha aclarado completamente la procedencia de cientos de otras después de 10 años de investigación. En el caso de este cuadro y después de años de investigación, los estudiosos no han llegado a ninguna conclusión sobre la identidad del propietario de antes de la guerra.

Gurlitt fue un marchante de arte y por supuesto se aprevecharía de las penosas circunstancias y oportunidades del mercado para hacerse con un gran fondo ¿Todas las piezas de la colección Gurlitt procedian del saqueo?. Puede que si… o no.

Desgraciadamente no se dispone de ningún registro de compras o ventas de este señor que aclare la procedencia de las obras. De hecho, no se conserva ningún archivo de marchantes privados relacionados con el nazismo, ya que sería de cretinos conservar esos documentos de auto inculpación.

¿Qué hacer con estas obras sin procedencia?. La devolución queda descartada y cederlas gratuitamente a entidades hebereas sería igualmente injusto ya el saqueo no fue solo hacia los judíos.

Los actuales propietarios de una obra, puede que conozcan con el tiempo que procedía del expolio aunque fuese comprada en buena fe, pero desde luego no son ellos quienes deben llevar a cabo la investigación de procedencia.

¿Debe comprarlas el estado alemán como heredero legal del regímen nazi y que sea el quien sufrague el coste de las investigaciones?, pero aún y así se llegará igualmente a un punto muerto.

¿Y las obras que queden definitivamente intestadas? Sería cuanto menos paradógico y una burla grotesca que las obras destinadas al Führermuseum de Hitler, tuviesen finalmente un museo en Alemania y dudo que al gobierno alemán le haga maldita la gracia que se lo recuerden eternamente.

Está claro que ningún pais contendiente, vencedor o vencido avanzó en la identificación de víctimas y saqueados, es más complicaron los procedimientos hasta el absurdo, el aburrimiento o el fallecimiento, como fue el caso de la gran mayoría.

En el caso del “El sermón de la Montaña” ya que se conoce que al menos se compró en Francia ¿No debería hacerse cargo de ella el estado francés?.

Probablemente ese sería un buen punto de partida. Una vez identificadas al menos en su origen, que el país las recomprase y que investigase, ya que si el gobierno aleman es el heredero legal del regimen nazi, el gobierno frances lo es del Gobierno colaboracionista de Vichy.

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