Ucrania

La desinformación, corrupción y consolidación del crimen organizado en Ucrania y Polonia añadido al secretismo de la operación, augura que estas obras no hallan sido las únicas desaparecidas.

En menos de dos meses se intervienen 224 objetos en las aduanas terrestres pero el contrabando via postal es igualmente preocupante. Desde octubre de 2023 se han intervenido más de 200 envios postales internacionales.

Además de las personas, el patrimonio cultural de Ucrania también ha sido una de las principales víctimas de la guerra. Un proyecto fotográfico alemán documenta edificios destruidos y en peligro en una carrera contra el tiempo.

Las piezas se exhibieron en unas serie de exposiciones celebradas en Kiev desde 2009 a 2013, antes de la anexión rusa de Crimea en 2014 y por tanto se descarta que procedan de los expolios realizados posteriormente.

El objetivo “oficial” de este registro es evitar que se utilice el arte para evadir sanciones y lavado de dinero, aunque se ignora (o se omite) la información más relevante como dónde están actualmente y quienes fueron sus vendedores o marchantes.

Tanto el tribunal como Ucrania consideran que estos museos están a cargo de una entidad no ucraniana y podría haber una posible pérdida del patrimonio ucraniano.

Vladimir Putín, a través de su ministro de propaganda cultural de facto, Mikhail Piotrovsky, anuncia cual va a ser el futuro cultural del país

La noticia pasó entonces desapercibida ¿Sabremos si finalmente se ha llevado a cabo esta destrucción del patrimonio editorial del país en una acción similar a la Alemania nazi en mayo de 1933?

De momento España y Suiza han acogido “oficialmente“ varias piezas (169) y Holanda retiene judicialmente una exposición arqueológica desde 2014 reclamada por Rusia. ¿Cuántas han salido realmente? ¿Han llegado todas?

A semejanza de los nazis, los rusos están creando un pasado mítico con este pueblo nómada euroasiático que ocupó Escitia en las regiones de Rusia, Ucrania y Asia Central desde siglo IX hasta el siglo III a.C.

El acusado alega que planeaba la obra en beneficio del ejército ucraniano.

El grafitero (o sus franquiciados) ha pintado otros 7 murales en diferentes localizaciones de Kiev. Lamentablemente las penurias de la guerra hacen que la obra de Bansky sea un bien preciado, más allá de su consideración de Arte Urbano.

En 1990 rechazaron la restitución de las obras de arte saqueadas por el Ejercito Rojo, ya fueran de un museo alemán o a una víctima del Holocausto.

Según información publicada por LOTEDArt , diversos medios norteamericanos e instituciones relacionadas con la defensa del patrimonio artístico, están denunciado un expolio sistemático por parte de las tropas rusas en diversos museos de Ucrania. La cantidad de obras expoliadas ascendería a más de 2.000 piezas.